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Después de salir del hospital quería desquitar todo su enojo. Se dirigió al lugar donde solía entrenar, llegando al lugar se dirigió a un saco de boxeo para empezarlo a golpear sacando todo su enojo.

Maldita sea— murmuraba— no merecen tener a una hija como ella— decía cada palabra mientras golpeaba el saco.

Hey bakugo, tranquilo quien te hizo enojar— decía un chico de cabello negro.

Que te importa—

Me importa mucho asi que, dime—

Haber Sero a TI no te debe importar que es lo que me sucede... —decía mientras dejaba de golpear el saco— es mejor no decirte por que luego vas de chismoso— después de decir eso regreso al saco para seguir golpeandolo— esto no te incumbe—murmuró.

Si esto tiene que ver con Camie—

NO TIENE NADA QUE VER ELLA—

Sero se sorprendió al escucharlo pero sabía de que tenía que ver algo con ella o relacionado a un hospital, o hasta otra cosa.

Entonces dime—

Agh—dejó el saco y se encaminó para retirarse— te diré cuando sea necesario.

Al momento de retirarse y al tener esa conversación llegaban recuerdos de la chica algo que siempre trató de enterrar esos recuerdos. De estar tan sumergido en sus pensamientos llegó a su casa y se fue directo a su habitación.

Pasaron los días desde ese incidente veía a diario a la castaña pero todavía no había logrado hablar con los padres de ella, pero al parecer la castaña ya les había aclarado que no era un mal chico que ya no tenía de que preocuparse. Todos esos días hicieron que el cenizo se enamorara de la castaña, pensaba que ya lo había logrado de convencerla en aceptar un trasplante y tener más tiempo de vida.
Al día siguiente llegó a la escuela y se topo con sus "amigos", pero no los veía bien se acercó un poco más y pudo divisar a la de ojos ámbar llorando. En ese momento le llegaron muchos recuerdos.

Bakugou-kun— decía la chica limpiando sus lágrimas.

Que pasó? —bakugou estaba muy tenso.

De..de que hablas Bakugou-kun— decía el pecoso nervioso.

No se hagan tontos, que sucede?...tiene que ver...con...Uraraka?— no estaba listo para una noticia de la castaña, sabía que si era de ella correría a verla en ese momento. Pero tenía mucho más miedo.

Todos guardaron silencio, nadie decía algo, esto hizo que el se preocupara más.

Descubrieron que tiene— el pelirojo no pudo decir.

En ese momento se fue directo al hospital para saber que es lo que tenía. Al llegar fue directo a la habitación donde se encontraba la chica, al abrirla pudo encontrarla en un estado al que tenía miedo.

Oh hola Bakugou-kun— decía la castaña sonriente.

Que es lo que tienes? —el cenizo estaba muy asustado.

Oh de eso... —la castaña solo bajo un poco la mirada mientras susurraba algo— no quería preocuparte con esto pero...tendre que decirte—

La castaña le indicó que se sentará para poder decirle, el cenizo hizo caso y fue donde la castaña le indicaba.

Pues la enfermedad la detectaron cuando tenía trece años y como me eh tratado con puro tratamiento y solo tengo cinco años para vivir— la castaña lo decía lo mas normal.

Eso significa... —Bakugou solo miraba al suelo.

Si solo me queda un año de vida—

Por qué? — Bakugou solo empezó a llorar— por qué no aceptaste el tranplante? Se que tendrías tres años más... Por que? —

Uraraka estaba afectada alverlo de esa manera pero ella ya había tomado una decisión y no pensaba en cambiarla.

Algún día lo entenderás...pero quiero que me prometas algo Bakugou-kun—  decía observando al chico.

El chico levantó la mirada, mostrando su rostro lleno de lagrimas.

Quiero que cuando muera viajes por todo el mundo por mi—

Claro que lo haré! Haré que este año sea el más feliz! Te lo prometo—

Gracias Bakugou-kun— decía mientras acercaba sus manos hacia el chico para limpiarle sus lágrimas— no quiero verte asi, aunque el cáncer ya avanzó más rápido no quiero verte así—

Pediré permiso con los doctores para que puedamos salir y tener una cita—

Bakugou se levantó del lugar y se dirigió a la puerta, no tenía que voltear pero sabía que la chica estaba roja como un tomate. Al momento de salir se topo con los padres de Ochako.

Buenas tardes señor y señora Uraraka—hizo una reverencia.

Tu eres su nuevo amigo del que habla? —decía su madre sería.

Si señora Uraraka—

Sin esperarse sintió como la madre de Ochako lo abrazaba.

Gracias por cuidar de mi hija— se escuchaba como lloraba— tu eres la única persona que ah logrado hacerla sonreír de verdad.

El cenizo no sabía que decir, estaba sorprendido por las palabras de la madre de la castaña.

Por favor —dejó de abrazar a él chico para poder verlo a sus ojos— cuidala en el tiempo que le queda, hazla que los días que le queda sean los más felices—

El cenizo quería llorar, sabía muy bien que le quedaba muy poco tiempo en esta vida, lo único que quería hacer era verla feliz.

Claro señora Uraraka, haré todo lo que sea para hacerla feliz—

Dio una reverencia y se retiro para poder ir con el doctor a pedirle permiso para que la castaña pudiera salir.

Nota de autor:
Hola hermoses✨espero que les guste este capitulo, por favor no me odien por todo lo que esta sucediendo.
No olviden votar y comentar.

































Bye hermoses✨

No Te Vallas... RegresaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora