¡Los Jiang Tenemos Un Problema!-Jiang Cheng≠Bowl

(๑˙Capítulo 6 / Nie˙๑)

Día 3.

Nie HuaiSang se encontraba curioseando por los alrededores de Yunmeng Jiang, portando consigo su abanico que lo caracterizaba.

Caminaba por el alrededor al igual que los demás, aunque el decidió apartarse un poco y curiosear por su cuenta mientras Wei WuXian hablaba con los Lan por algo que no alcanzó a escuchar por más que alzaba la oreja para chismosear, entrando por un camino de tierra siguiendo este mientras escuchaba a lo lejos el ruido del agua en movimiento.

Siguió caminando ya alejándose de la secta, ansioso por llegar y posiblemente darse un chapuzón, y en eso que caminaba en dirección al río que escuchaba, olfateó un tenue aroma a lotos.

Y ahí lo encontró, en el río tomando lotos que estaban listos para sacar sus semillas.

Jiang Cheng tenía dos canastas en la orilla, donde después de seleccionar los lotos los iba dejando en ellas.

El Nie se acercó despacito, temiendo perturbarlo tan repentinamente, mirando la pequeña espalda del menor.

–Jiang Cheng–

Saludó con una sonrisa, sacudiendo su abanico cerrándolo previamente de un lado a otro.

El menor volteó a verlo, frunciendo levemente el ceño al escucharlo.

–Oh, lo siento, que mal educado, es solo que como Wei WuXian siempre te nombraba por Jiang Cheng cuando estudiábamos en Gusu, se me hace extraño no decirte así–

Explicó nervioso, no quería causar una mala impresión tan pronto siendo que era su primer contacto con el Jiang menor.

El Omega lo pensó unos segundos, para luego simplemente asentir.

–No te preocupes, está bien–

Le dedicó una sonrisa, haciendo sonrojar al mayor.

–¿De verdad está bien, puedo llamarte por Jiang Cheng?–

–Si, joven Nie–

Normalmente le rompería las piernas a las personas que le dijeran por su nombre de nacimiento sin ser sus familiares, pero algo le decía que estaba bien, que podía permitirlo.

–HuaiSang, no uses tantas formalidades–

Mencionó despreocupado el alfa, moviendo de un lado a otro su abanico que aún estaba cerrado.

–Bien, HuaiSang–

El alfa sonrío y se metió al río, llegando al lado del menor.

–Déjame ayudarte, ¿Son éstas verdad?–

Mencionó el Nie señalando uno de los lotos que se encontraban listos para recolectar sus semillas con su abanico.

–Eh, si, correcto, los que aún tienen flor no los tomes–

Explicó rápidamente, elevando sutilmente una ceja al verlo caminar sosteniéndose de la hierba.

–¿Seguro que quieres ayudarme? Puedes resbalarse, el fondo del río es muy irregular–

–Estoy seguro lindura–

Le guiñó un ojo actuando coqueto, ocasionando un rubor en las mejillas del omega.

–Bueno–

Murmuró volteando para seguir con lo suyo un poco extrañado.

El alfa rió, siguiendo con la recolección de lotos.

Una pequeña charla se formó en ambos con el avanzar de los minutos, seguido a una charla más fácil de llevar, hablando de experiencias, cosas que les había ocurrido alguna vez divertidas, o simples aventuras que alguna vez tuvieron.