6:00 am...
MARENA...
Mi alarmar sonó. Solté un gemido de cansancio y flojera, mientras que una mueca se formaba en mi rostro cansado. ¿Mis ánimos? Bueno, ellos estaban tomando el té en el infierno. Me levanté de mala gana, mi sueño había sido interrumpido, de nuevo. En los últimos días mis sueños eran un lugar seguro, donde imaginaba una vida mejor. Puse la almohada sobre mi rostro y dí un gritó de frustración, que fue ahogado por la almohada.
-Sigo sin entender por qué insisten en pararse temprano cuando salimos de la ciudad. No tiene sentido, es ridículo. Mi cerebro se despierta hasta las 10 de la mañana, y mi humor hasta las 12- Hablar sola era algo muy normal en mí, hablar y responderme yo sola me hacía sentirme mejor.
-Te estoy escuchando- Mi papá hablo detrás de la puerta. Me espanté.
-Lo sientooo...- Grité con la voz más dulce que salió de mi boca.
Me vestí con un Pans gris holgado y cómodo, y una playera amarilla a rayas. Cepille mi castaño y corto cabello. Baje al comedor, tomé una manzana y una taza de café. Esperando a que mis hermanas estuvieran listas para irnos a Oaxaca.
Mi padre bajó al comedor me miró extrañado y pregunto.
-¿Te bañaste?- Una de sus cejas se alzó mientras me observaba. Negué con la cabeza mientras mordía mi manzana.
-Es muy temprano, y hace frío. No me quiero enfermar. Además, me bañé ayer en la noche- Expliqué, mientras que continuaba comiendo mi manzana.
-Esta bien- Me sonrió, se dirigió al auto para seguir subiendo las maletas. -Mare, no veo tu maleta- Gritó desde afuera.
La maleta. Mierda. Mierda. No la hice. Salí corriendo subiendo las escaleras mientras sacaba del armario mi maleta que debí haber hecho anoche. No pueden juzgarme, mi libro era muy interesante. A veces me sorprendía el hecho de como se me pasaban las horas muy rápido mientras leía.
Lanzaba prendas a la maleta tratando de acomodarlas lo mejor posible mientras buscaba con la mirada que más iba a llevar.-Pantalones, faldas, playeras, sudaderas, shorts, blusas, calcetas, bras... Creo que está todo.- En mi campo visual aparecieron unos panties tirados, haciendo que recordará.- ¡Panties!- Los empaque buscando que más faltaba. Papá solo nos permitió llevar una maleta y una mochila como equipaje. En mi mochila metí lo esencial para pasar unas vacaciones en un poblado alejado. Cargadores, cremas repelentes, cepillo de dientes, libro, celular etc.
Afuera de mi habitación se escuchaban los pasos apresurados de mis hermanas y algunos cuchicheos. Salí y me dirigí a la habitación de mi hermano menor, Santi. El apenas tiene 4 años, era muy pequeño cuando mamá murió y probablemente no la recuerda. Me acerque a su cama y acaricié su mejilla.
- Hey... Despierta, pequeño- Besé su frente y el se abrazo a mí. Lo levanté en mis brazos y lo vestí para que desayunara algo antes de irnos. Lo senté en la mesa y subí por mis maletas.
-Ten, papá. Perdón por la tardanza, me entretuve con Santi.- Es obvio que no. A doña Alex se le olvidó hacerlas. El asintió y las subió a la cajuela de la camioneta.
-Alex, ¿has visto mi celular?- Pregunto Ale, ella era la más distraída entre los cuatro, es dos años mayor que yo. Tiene el cabello negro a media espalda, su piel es un poco morena, sus ojos cafés profundos le dan un aspecto tierno.
-¿El que traes en la mano?- Pregunte con obviedad y burla.
-Oh... Gracias de todos modos- Me sonrió y se dio la vuelta.
Bajó Denisse, y miró a todos lados enlistando cosas. Ella se había tomado el papel de mamá desde que la nuestra murió. Denisse era la mayor, tenía 20 años, y para su edad era muy recta y responsable. Era muy hermosa, su cabello negro, largo y lacio, llegaba hasta sus caderas, se ondulaba. Su piel era más clara que la de Ale, pero seguía siendo morena y sus ojos eran cafés, y aunque era un color muy ordinario en ella resaltaban. Ale y Denisse se parecían demasiado físicamente, aunque sus personalidades eran muy distintas
¿Yo? Bueno, yo nisiquiera me parezco a ninguna de las dos. Mientras que su cabello es negro, largo y lacio, el mío es castaño corto y rizado. Mi piel es clara y mis ojos son verdes. Al parecer, los genes de mi papá no pudieron contra mí, por qué soy el vivo retrato de mi difunta madre. Nuestros familiares cercanos me dicen lo mucho que nos parecemos. Eso a veces me incómoda, por el hecho de recordar que ya no está con nosotros. Mi hermano menor es una mezcla entre mis padres, su cabello es rizado negro su piel es clara casi morena y sus ojos son verdes, muchos conocidos han querido emparejar a sus hijas con él. Pero él solo piensa en comida.
7:30 am...
Después de dar un rápido desayuno subimos todos al auto. Se nos había hecho tarde, como era de costumbre en nosotros cuando íbamos a viajar.
-Alex, Ale, Santi, papá, yo- Denisse contaba desde el asiento del copilo que todos estuviéramos arriba.
-¿Seguros que no se les olvida nada? Estaremos todas las vacaciones allá. ¿Fueron al baño? ¿Santi vas bien? Dios...-
-Deni, tranquila, solo es un viaje- Traté de tranquilizarla.
-Sí, Alex, tienes razón- Suspiro ya más relajada. Solo es un viaje. De 7 horas. Normal. Me hará bien darme un descanso antes de entrar al nuevo ciclo en prepa. Suspiré y coloque mis audífonos.
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Si encuentran faltas ortográficas, haganmelo saber. Estoy tratando de mejorar. Espero les guste el primer capítulo.
No sé les olvide votar, plis.Yo te quiero, no estás solx. <3
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AGOSTO
Teen Fiction-¿A la niña de papi se le olvidó su suéter?- La burla era obvia en su voz. -Callate- Mi voz era entrecortada por el frío. Sentí como su camisa se posaba en mis hombros. Tragando mi orgullo me envolví en ella; la volteé a ver para agradecerle el gest...