- Pues tú sabes, las tareas, proyectos, los hobbies. Hay tiempo en la vida para dedicarse a uno mismo y me parece que este es el mío, ¿Y tú? ¿Cómo fue el tuyo?
- JAJAJA... lo mío. Pues fue algo gracioso. Resulta que..
Qué habrá dicho.. No tengo la menor idea. Mi mente se desconectó.. Quizás la clásica historia de alguien que aparece maravillosamente en su vida, conversan, hay química, salen, la relación surge natural, todo es perfecto. Quizás hablo sobre un momento difícil de su vida, donde esa persona le dio apoyo y fuerzas y sintió algo especial por él. O quizás fue simplemente una mera coincidencia, una serie de sucesos casuales llevando una cosa a la otra. No lo sé. No me importa.
La veía ahí, idiotizado . Ella hablaba, movía las manos, sonreía. No creo que jamás haya hablado con tanto júbilo si alguna vez habló de mi. Creo que mis comandos automáticos sonreían, hacían preguntas casuales a través de su historia, asentían. Pero yo yo no, yo estaba en otro lado.
Recordé una canción que me gusta mucho y dice: "Para no herir mi orgullo para darle una explicación a tu falta de interés, no digas que no soy tu tipo, Solo di que no soy el género que te gusta..." ¿No lo era? Claro no lo era. Habían demasiadas señales tan obvio era. Pero ese es el castigo por amar tarde, por no entender que ella no podía sola. Por no...
- Pero ya, lo siento JAJAJAJA..... Me emociono hablando. ¿Qué más cuentas?
Sí, la conversación tiene vida y no es gracias a mí. Es gracias al recuerdo de alguien más. ¡Qué grato se siente!, sí señor, ¿y ahora qué le digo? ¿Qué le voy a contar? ¿Pensaré en alguna mentira que haga que mi vida suene interesante? Intentaré con la sinceridad a ver si funciona.
- Estuve de viaje un tiempo, necesitaba despejar mi mente, conocer lugares nuevos, gente nueva, experiencias nuevas. La soledad y yo siempre hemos sido buenos amigos.
- Sí, siempre fuiste alguien aparte, por eso nunca te pude descubrir.
¿Nunca? ¿En serio? ¡Todo lo sabías de mí! ¡Todo!
- Bueno, supongo que cada quien tiene sus secretos ¿no? Hablando de secretos, ¿qué paso con ella?
¡Ahí esta! La pregunta del millón. ¿Para eso si los tienes bien puestos no?
- Nunca pasó nada con ella.
Giras ligeramente los ojos hacia la izquierda, mueves las manos, tu respiración aumenta su ritmo de forma sutil. ¡Tu lenguaje corporal te delata! ¡Mentirosa! ¿A estas alturas aun lo niegas? Créeme niña, fui tonto en todo sentido, pero no más, ahora ya no.
- ¿No crees que estamos un poco grandes para negarnos las cosas a estas alturas?
- No tengo nada que negar, no pasó nada, el hecho de que con eso justifiques tus fallas no lo hace realidad.
- Anda ¡ahora sí que sacamos trapos al sol!
- No son trapos al sol, son cosas que ya sabías.
- Hay muchas cosas que sabía, créeme. Lo triste no es enterarte, lo triste es reconocer que eres lo suficientemente idiota para quedarte ahí sin hacer nada.
- Sí, eras sumamente bueno en eso, en hacer nada.
- ¿Ahora sí nos ponemos sinceros no?
- ¡Siempre he sido sincera!
- JAJAJA está bien, no importa. Dejémoslo ahí.
¿Dejémoslo ahí? ¿En serio? Tienes tantas cosas para decirle ¿y te callas ahora? Que valiente eres para reclamar. Vienes aquí a cerrar círculos y lo único que haces es alimentar juicios, prejuicios, dudas.
- Hace mucho lo dejamos ahí...
Ella respira hondo. Y otra vez perfecta.
Silencio. Incomodidad. Las palabras desesperadas se acumulan en la garganta. El corazón palpita demasiado rápido. Otra vez lágrimas. No. No saldrán. Se quedan ahí, ahora mando yo.
¿Qué le digo? ¿La verdad? ¿Cuánto la extrañado? ¿Que nadie en el mundo es como ella? ¿Cuántas personas he dejado ir porque no eran ella? ¿Que no quiero hablar? ¿Que solo quiero abrazarla, besarla, que no importa ni el mañana ni el ayer? SÍ.
Esa es la verdad. El problema es que es mi verdad. No la suya. Tú qué sabes, nunca se lo has preguntado. Pero sí me pregunto por qué demonios la cabeza siempre se mete en asuntos del corazón.
Cerré los ojos, respiré profundo, reuní todo el valor que un pobre cobarde como yo podía tener. Abrí la boca... Nada. No encuentro la palabra para iniciar. Ella mira el teléfono. Tengo miedo. Pasan muchas cosas por mi cabeza. Necesito su mirada para empezar.
Ella me mira. Hay contacto.
- Tengo algo que decirte..
Bien, eso no están difícil, sigue.
- Claro dime
- Gracias.
- ¿Qué? ¿Por qué?
¡No seas cobarde ya empezaste!
- Gracias por todo. Jamás re lo he dicho, pero nunca está demás, nunca es tarde.
Nada pesa más en la vida que las palabras, que los sentimientos, uno cree que llevarlos consigo como una carga nos hace fuertes, pero no es así. No se puede volar con una carga tan pesada. Me he pasado horas, días, meses, meses, eternidades dilucidando sobre qué estaba mal. Me tomó muchas noches, muchas canciones, muchas experiencias entender que nada estaba mal. Que todo fue perfecto. Sí, quizás yo hice muchas cosas "mal" en aquel momento, lo más probable es que tú también. Amar no es sencillo, menos si se es joven, egoísta, inocente, inexperto. Pero amar es amar y si amaste de verdad entonces todo valió la pena. Tú fuiste la persona correcta, mi persona perfecta, a través de ti deje der un niño.
Si no hubiéramos estado en un lugar público me largaba a llorar... lo sé
- El problema es que fuiste la persona correcta en el momento equivocado. Yo no estaba listo. Yo no sabía nada de amor, no entendía nada de amor. ¿Cómo iba este pequeño corazón procesar todo lo que me diste? No me justifico en lo absoluto, y si alguien ocupó mi lugar, eso sí es mi culpa. Lo acepto. No tengo derecho a reclamar en lo absoluto. La cima le pertenece a quien tiene el valor de subir la montaña.
Ahora soy mejor, amo mejor, vivo mejor. Gracias a ti.
El tiempo se había detenido... mis manos temblaban, pero continúe
- Te amé siempre. Pero solo entendí el amor en un punto en el que el tuyo ya estaba gastado, agotado, había luchado sin respuesta y yo no reaccioné a tiempo. Para entonces ya estaba muerto. No, no estaba muerte. Le pertenecía a alguien más.
- Sentí rabia, desesperación, tristeza, negación, sentí todo y al final entendí que no me quede sin nada. Me quedé con mi amor por ti. He buscado tus labios en otros labios, he buscado tu voz en mis canciones y tu silencio por la noche.
- Te busqué en cada rincón y al final te encontré, te encontré dentro mío. Te he amado siempre y siempre lo voy a hacer. Ese amor me pertenece, me fortalece, me recuerda quién soy y nadie me lo puede quitar.
No recuerdo si dije algo más o no, quizás balbuceé alguna otra cosa mientras la miraba. Lo que si recuerdo son las lágrimas, quizás suyas, quizás mías, quizás de ambos.
No lo sé. Tenía más por decir, pero no era el momento. Mi corazón estaba satisfecho, tenía calma, quizás no paz, pero si calma. Respiré profundo, había una pizca de algo en el aire que no supe reconocer. Y por fin, por primera vez esa noche sonreí.
-Gracias- dijo ella con la voz ligeramente entrecortada.
HOLAAA CAPÍTULO 2 LISTO ESPERO Y LES GUSTE, COMPARTAN Y VOTEN ME AYUDARÍAN MUCHO.
TOMEN AGUA
Montserrat Vg
