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Mis manos tiemblan.
La lluvia cae a mi alrededor como si no me tocará, pero lo hace. Pero no sólo las gotas son de la lluvia, mis lágrimas se entremezclan con ellas. Recuerdo su voz, sueño que estoy con él y mi corazón se detiene.

Debe irse, pero aún sigue aquí.

Levantó la mirada y el realmente se encuentra allí, su cabello mojado cae en su frente.
Siento frío y me abrazo a mi misma, parece que él tiempo se detiene cuando nos miramos.

Siento el calor de su mirada y me derrito. Mis manos están heladas, el se acerca y las toma. Parecen diminutas a comparación de las suyas. Levantó la cabeza y sus ojos están allí, perdidos en mí.

_Quedate...Jamás me dejes...

Le ruego con la voz cortada y siento como el nudo en mi garganta se rompe. La lluvia y mis lágrimas se intensifican pero el en vez de dejarme me toma por las mejillas y me planta un dulce beso.

Saboreo ese mar de colores que contienen sus labios pero no paro de llorar.

Lentamente sus labios abandonan los míos, no quiero abrir aún los ojos.

Siento como susurra mi nombre.
Lo he escuchado miles de veces hacerlo, pero está vez su voz es diferente. Cómo si se estuviera derrumbando por completo.

_¿No te dije que jamás te dejaría?

Lo miró y el también llora, nunca en toda mi existencia creí que lo vería llorar. Es lo más desgarrador que he visto en todo el mundo.

_Ojala pudiera cumplir esa promesa.

Al decirlo parece que se lo dice más a él mismo que a mí.

_Se que has llorado, pero...pero jamás te había visto hacerlo...

Una mueca surge de sus labios casi intentando darme algo de alivio. Solo se limita a decir.

_Siempre intenté ser fuerte.

La lluvia no para, es más, parece que a cada instante se vuelve aún más fuerte. Creo que ya no siento frio en el cuerpo, pero si en el alma. Allí estoy congelada.

Me acerco y lo abrazó, necesito sentir el latido de su corazón, se que este realmente es un final.

_Cuando alguien realmente te ama, esa persona estará seas muy fuerte o muy débil. Y nunca te juzgará seas cualquiera de las dos.

Lo suelto un poco y lo miro a los ojos, siento que poco a poco su faceta dura vuelve y que en cualquier momento fingira tan bien que nada de esto le lastima que a mí me dolerá demasiado.


Abro los ojos y el ya no está.

Sólo estamos la lluvia, el frío y yo.

SENTIMIENTOS || LEVODonde viven las historias. Descúbrelo ahora