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Sí mal no recordaba, hoy se cumplía una semana desde que Jisung llegó a su vida y desde que está en su casa

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Sí mal no recordaba, hoy se cumplía una semana desde que Jisung llegó a su vida y desde que está en su casa. Aún no entendía como ese castañito se había metido tanto en su sistema, en su mente... en su jodido cuerpo como si habitara en él.

No lo entendía.

Y tampoco se empeñaba en hacerlo. Le gustaba lo que el menor le hacía sentir; una confusión. Pero no de esas que no sabes qué hacer, sino de esas en la que te mueres por saber algo, pero a la vez no y eso era lo que tenia el mayor: quería saber como Jisung producía algo llamado "mariposas en el estómago" con solo sonreir. Pero a la vez no, ya que sí sabia, probablemente dejaría de emocionarlo y él no quería eso. De todas forma... ¿lo que sentía tenía explicación?

Claro que no, el amor no tiene explicación, solo actos. El amor era como actos de magia, sabías que una persona estaba produciendo ese hechizo en ti, pero no veias el truco facilmente. Las verdades podían salir de la boca de Jisung, pero Lee se iba a poner todo rojo y seguro iba a tartamudear delante de él y no queria eso.

Era magia.

Todo en él era magia.

Aún recordaba el suceso de hace unos días y en como le habló de mala manera, todavía seguía pidiéndole perdón. Pero la sonrisa en el rostro ajeno, le hacía entender que todo estaba bien, pero él no pararia de disculparse.

Desde aquel atrevimiento de Han, en donde le pidio dormir con él, luego de confesarle una historia que le dejó muchas dudas pero que no quería tocar, y luego de haber dicho que estaba enamorado, Lee despertó cada mañana unos minutos antes que el menor, para poder apreciar su rostro dormido. Acariciaba lentamente con las yemas de sus dedos y provocaba algunas cosquillas, así observaba las expresiones sumidas en la naturaleza ajena. Porque no todo el mundo era natural con sus expresiones y Jisung, era mitad y mitad. Pero lo que más le gustaba a Lee era cuando se daba cuenta de la mueca que tenía su carita y se sonrojaba por ello.

Sí, eso era lo mejor.

Le encantaba molestarlo. Acercar a el cuando menos lo esperaba, tomarlo de la cintura y acariciar con su dedo pulgar su labio inferior; eso hacía sonrojar en demasia a Jisung.

Sonrió al escuchar que el agua de la ducha ya había cesado y sabiendo que su menor estaría en menos de dos segundos... oh, apareció solo con la toalla rodeando su cinturita. Al verlo allí, Jisung llevó sus manos hasta su pecho, como sí estuviese ocultando su cuerpo de Lee.

—¿Por qué te tapas? Sí tarde o temprano mi lengua acabará por llenarte de saliva y mis dientes de marcas.

¿Lo había dicho?

¿Jisung había escuchado eso...?

Mierda.

Pero la sonrisa en el rostro del menor le hizo entender que no lo había puesto incómodo, dándole una idea que no queria ni pensar.

━ 𝑀𝑒𝑚𝑜𝑟𝑖𝑒𝑠 𝑂𝑓 𝑌𝑜𝑢 ᯽𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora