⩩ 𝐞𝐧𝐨𝐣𝐚𝐝𝐨 ⋆ 𝙟𝙞𝙘𝙝𝙚𝙣

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Jisung quitó la camisa y el pantalón junto a el boxer de Chenle, volviendo a ponerlo en su regazo, sus manos tomaron las caderas del menor, ayudándolo a moverse en su entrepierna, soltando gruñidos que hicieron al menor debilitarse aún más.

Chenle apoyó sus manos en el pecho de Jisung, moviendo sus caderas para pegar su esponjoso trasero en el bulto del mayor. Con su rostro sonrojado y jadeante, dejó caer su cabeza hacia adelante, su cabello tapando el desastre que era.

- Sunggie~ yo-

- Shh. - Jisung tomó de la cintura al menor, quitándolo de su regazo y poniéndose arriba de él. - Mi Omega huele demasiado bien, ¿Ah? - Chenle ronroneó.

El menor durante la intimidad suele ser demasiado sumiso, siempre.

- ¡A-ah! Sunggie, necesito- Jisung besó el lechoso cuello del menor, bajó a sus clavículas, dejó marcas en su plano abdomen y fue bajando más hasta encontrarse con las rellenitas y preciosas piernas del menor, mordiendo chupando y lamiendo. Sabía que era uno de los lugares más sensibles y a Jisung eso le fascinaba. Puso las largas piernas en sus hombros, acercando su cara a su lugar favorito. - ¡O-oh, Dios! - Chenle enredó sus dedos en las hebras castañas de su novio, empujando sus caderas a la lengua que ahora se encontraba dentro de él explorando sus mojadas paredes.

- Sabes tan bien, bebé. ¿Te gusta?

- ¡Mmh! ¡si! A-ah.. más - Jisung sonrió, sacando su lengua, subiendo para quedar cara a cara con Chenle. El menor llevó sus manos a cada lado de su cabeza, enredando sus piernas en la cadera de Jisung y volteando su sonrojado rostro a otro lado, dejando su cuello expuesto, con una hermosa marca entre éste y su hombro. Sonrió al recordar cuando lo marcó, se sentía tan feliz.

Y Chenle era tan sumiso.

Besó los preciosos labios de su Omega, mordiendo su labio inferior, aprovechando a meter su lengua en la cavidad de éste.

- ¿Quieres que te la meta, mh? ¿Quieres sentir a tu Alfa dentro de ti, bebé? - Chenle cerró sus ojos, parecía un pequeño tomate.

- Sunggie ¡Ah! - Chenle pegó un brinco cuando sintió una mano pegar en su esponjoso trasero.

- Contéstame.

- Yo A-alfa, entre en mí.. - Susurró.

- ¿Por qué no te pones en cuatro y le demuestras a tu Alfa cuánto quieres sentir su polla dentro de ti, mi amor? - Chenle cumplió inmediatamente, parándose para ponerse en aquella posición, abriendo sus piernas, pegando su cabeza y pecho en la cama y su espalda arqueada, su trasero quedó expuesto hacia arriba. Como sabía que a Jisung le gustaba.

El mayor gruñó, tomando su culo y lo apretó entre sus manos, encantado.

- Entra ya ¡ah! - Jisung volvió a pegar dos nalgadas a Chenle, quien gimió fuertemente.

- Primera, no puedes hablar, fuiste un Omega muy malo y grosero con tu Alfa, este es tu castigo, bebé. - El mayor acercó su boca a el hermoso culo frente a él, mordiendolo. A Jisung
le encantaba ver a el Omega en esa posición, así podía apreciar gustosamente la pequeñita cinturita de su novio.