4-Gemido De Tortuga

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Paredes de una habitación y dos desconocidos frente a frente, la luz del gigante ventanal iluminando aquel lugar...

El sonido de las aves cantar al borde de aquella ventana, los pequeños rayos del sol cruzando aquel fino cristal donde las hebras rojizas de aquel extraño chico resaltaban, donde aquella mirada tierna me observaba con luz.

"¿Quién eres tú? ¿Quién te crees para mirarme así? ¿Acaso piensas que es tan fácil caer ante ti?"

Mil preguntas rondaban en mi cabeza pero quien era yo para preguntar algo así...

Mil y un respuestas, 120 segundos pensando en algo lógico y lo único que podía hacer era perderme en esos ojos azul capri...

Ese instante se terminó de un segundo a otro cuando mi médico entró al consultorio.

M:Ey llegas temprano.

Su voz me volvió a la realidad y solo asentí.

L:Espero verte de nuevo paciente consentida.

Aquel chico salió de la habitación y yo suspire negando divertida ante su comentario, mi médico lo miró sorprendido cuando esté salió y me miró con detenimiento.

M: Veo que ya se conocen

Levante la mirada y negué con suavidad.

-Solo conozco su nombre aún somos extraños.

Me limite a apretar el cojín y mirar a mi médico para poder preguntarle.

-Aquel chico me dijo que hablaba mucho de mi...

Le mencioné con un toque de curiosidad realmente quería que me dijera la verdad.

Lo mire con seriedad y el solo se burló de mi y me dio una paleta.

M: Les habló a mis alumnos de tu avance y de tu diagnostico, nada más allá de eso, tranquila.

Al escuchar aquello me quedé mucho más tranquila, un suspiro escapó de mis labios y me dispuse a concentrarme en la consulta.

M: Vas mejorando, pero aún no puedo quitar las dosis de tus medicamentos...

Lo comprendía, sabía que no sería sencillo salir del agujero que yo misma cabe así qué únicamente asentí.

Era patético... Sabía que era mi culpa después de haber hecho tantas cosas, pero aún me frustra tener que seguir con ese estúpido tratamiento.

Salí de terapia de mal humor un poco más que de costumbre,me despedí de Rita la recepcionista y salí de aquel lugar.

No serviría de nada si mintiera en mis consultas al final solo me haría daño sola y seria peor.

Camine al parque cercano como de costumbre, ya no tenía presión por los exámenes así que me dispuse a buscar un lugar cómodo, fresco y con sombra para disfrutar de mi lectura.

Me recosté en un árbol, me coloque los audífonos y coloque Bluestoney Alley de fondo mientras leía "Tokio Blues"

Nada me importaba en ese momento, la gente solía mirarme raro ya fuera por mi forma de vestir, la manera en la que se veía mi rostro o simplemente mi manera de existir.

Estaba acostumbrada así que me daba igual quien me mirase a la distancia.

Mientras me perdía en mi lectura un chico se paro a mi lado, ciertamente no tenía ganas de voltear hasta que se inclino para observarme.

L:Hola de nuevo!

Me sorprendí al verlo no lo negare pero solo una cosa pasó por mi mente... ¿Qué hacía aquel muchacho ahí?

Me quedé en silencio, cerré mi libro con el separador y quite mis audífonos para luego observarlo.

-Hola..

Le respondí con poco ánimos. A pesar de ser la persona que admiraba mi vacío podía más, me limitaba a mí egoísmo y a lo que sentía en aquel momento.

L:¿Qué haces aquí sola?

Se sentó enfrente en mio y tomó uno de mis audífonos.

L:¿Puedo?

Únicamente asentí y suspire...

-Vengo aquí a leer es mucho más tranquilo...

-¿Tú que haces aquí?

Cuando estaba por responderme sacó su celular cuando vibró con un mensaje.

L: Estaba esperando a alguien.

En aquel momento pensé que quizá esperaba a alguna chica quizá una amiga o quizá su novia ciertamente no quise preguntar más y baje mi mirada para volver a leer.

L:¿Quieres acompañarnos?

Mencionó guardando su celular de nuevo y yo solo pude negar.

No tenía efectivo y me daba pena que aquel chico me invitara a hacerle compañía...

No era mi mejor vestimenta ni tampoco tenía el ánimo, y si venia con una chica no quería incomodar ni arruinar el momento.

El me miró y me insistió una vez más.

L: Iré con un amigo a comprar algunos videojuegos ¿segura no quieres venir?

Mamá no estaría en casa y tampoco tenía planes de salir, aún algo dudosa lo pensé unos segundos y al final accedí para luego guardar mi libro en mi mochila.

-Esta bien... Te acompañare...

Mencione en voz baja y lo mire con una pequeña sonrisa dibujada en mis labios.

Era de esas veces en las que quieres gritar de emoción pero no puedes y solo sale un grito parecido a un gemido de tortuga y entonces te dispones a quedarte en silencio.... Justo paso algo así...

Una salida y un amigo...

Algo normal para mi generación algo nuevo y aterrador para mi...

Créditos a Soyfilo

𝑺𝑬𝑳𝑭𝑳𝑬𝑺𝑺 𝑳𝑶𝑽𝑬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora