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Kojiro es del tipo de persona empática que comparte las alegrías de los demás como si fueran suyas... Especialmente las de quien se ha enamorado desde que era muy jovencito.
El nuevo proyecto de Kaoru, que combinaba lo mejor de la caligrafía tradicional con los últimos avances de la tecnología, había sido un éxito ¡Incluso dando de qué hablar a nivel internacional! Kaoru estaba sumamente satisfecho, era el hombre más feliz sobre la tierra, y Kojiro no podía sino estar orgulloso... Él, más que nadie, sabía todo el tiempo y el esfuerzo que Kaoru invirtió en ello, ni hablar de su pasión y ese increíble don que había desarrollado a lo largo de los años. Kaoru continuaba con el linaje de los Sakurayashiki, como su único heredero, pero también se había encariñado bastante con el maravilloso arte de la caligrafía.
Por supuesto, tal suceso no podía pasar por debajo de la mesa. Kojiro fingió desinterés, fracasando una y otra vez porque le era imposible no mirar con amor y admiración a Kaoru cuando este le hablaba de su proyecto, con planes muy especiales para conmemorarlo por el gran éxito que él ya había anticipado... Era obvio que Kaoru impresionaría como nunca ningún otro calígrafo lo había hecho.
Entonces, por la noche de ese viernes agitadísimo, Kojiro cerró las puertas de su restaurante y sorprendió a su novio estrella con una velada sin igual, digna de un hombre de su estatus. Kaoru, aunque escondiéndose detrás de su abanico, no pudo disimular su estado conmovido.
Cenaron y bebieron, Kojiro eligió una de las botellas de vino más costosas y exquisitas de su colección, ajenos a lo que pasaba de la puerta para afuera, celebrando los éxitos y, por sobre todo, el seguir teniéndose mutuamente para compartir de esos momentos tan importantes. Ese era su lugar, cómodo y privado, que habían hecho suyo desde que Kojiro se convirtió en su dueño.
A pesar de las horas, y el largo día al que se enfrentó, Kaoru seguía esplendido. Un kimono a medida, siendo un diseño completamente exclusivo, vestía su cuerpo esbelto y el cabello, acostumbrado a caer hacia un lado, fue peinado y decorado sutilmente para la ocasión especial. La imagen del calígrafo mudó, pero sin perder su esencia, y Kojiro no podía creer que fuera capaz de enamorarse una y otra vez de la misma persona. Y Kaoru lo notó, siempre perspicaz ante los pensamientos de Kojiro, aprovechándose de la situación para relucir su coquetería... Bueno, el alto contenido de alcohol en su sistema era el mayor responsable.
En su adolescencia despreocupada Kaoru fue bastante desvergonzado, poniendo en apuros a un Kojiro que apenas estaba asimilando que no se podían sentir tantas cosas por un simple amigo. Sin embargo, Kojiro creció y aprendió a contraatacar a ese Kaoru que, actualmente, se volvió más reservado... Y no por mucho, porque solo Kojiro podía extraer esa faceta que Kaoru todavía guardaba en su interior.
Se tomaron su tiempo, sumergidos en su mundo tan particular, y a la media noche dejaron el restaurante... Solo para continuar con su celebración en la casa de Kaoru. El alcohol ya había hecho de las suyas, su aguante quebrado hacía mucho, y Kaoru echó más leña al fuego sacando su valiosa colección de sake.
Entonces, instalados en el estar elegante, Kaoru ebrio y sentimental comenzó a balbucear sobre lo afortunado que era por tener a Kojiro a su lado, su constante más fiel durante casi toda su vida. Porque sus éxitos tenían mayor sentido, desde los pequeños hasta los más significativos, cuando los podía compartir y celebrar con su único confidente. Kojiro, completamente tocado, ni siquiera sabía qué decir a cambio. Kaoru era muy cuidadoso en poner en palabras lo que vibraba en su corazón y eran momentos como esos, el resultado de su explosiva combinación de licor, en los que esos sentimientos hallaban libertad... Y Kojiro lo disfrutaba inmensamente, haciendo crecer todo su amor por este, sosteniéndolo firme y cariñoso, enternecido ante ese Kaoru pegajoso del que no se cansaría de mimar. Su flor de cerezo, su princesa que sostendría por el resto de sus vidas.
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Sabor a sol, aroma de cerezos
Fanfiction[Matchablossom] Kojiro, con todo gusto, siempre estará dispuesto a recordarle a Kaoru que no necesitan mucho para tener su boda de ensueño. O: Kaoru y Kojiro se preparan para su boda, se casan y viven momentos únicos en su dulce viaje.