Capítulo 25

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Había pasado un tiempo desde que Louis fue por primera vez a terapia, el suficiente tiempo como para que ahora pudiera decir que fue la mejor decisión que tomó ya que por fin había encontrado a su lobo.

La terapeuta le explicó que su animal se había escondido debido a un shock post traumático, era normal pero peligroso, ya que si no conseguían que volviera podía quedarse perdido para siempre. Afortunadamente Louis logró encontrarlo, hicieron falta mucho días de terapia, muchas mañanas meditando y haciendo los ejercicios que Jocelyn le mandaban y muchas noches llorando en silencio al sentirse completamente inútil por no lograrlo.

Ante todo esto Harry solo podía apoyarlo, darle su cariño y comprensión porque sabía que este problema solo podía resolverlo el omega.

Fue una noche después de casi un mes de terapia que Louis lo logró, bueno, más bien su lobo vino porque quiso. Estaban tranquilamente viendo la televisión mientra el alfa le daba pequeños cariños al ojiazul cuando el más grande tuvo que levantarse, el omega estaba demasiado a gusto y no quería que se moviera así que sin darse cuenta cuando este se levantó un pequeño gemido animal salió de su garganta.

Los dos se quedaron en shock cuando lo notaron, no había sido Louis el que se había quejado, había sido un gemido, un gemido de lobo. A pesar de que solo lo pudo sentir por un momento, esos momentos se volvieron cada vez más frecuentes, según Jocelyn su lobo estaba entendiendo que estaba seguro y que estaba bien salir, no lo iba a hacer de golpe obviamente pero era un gran paso.

Por otro lado desde hace tiempo su relación iba extremadamente bien, un peso se levantó de los hombros de Louis al resolver su problema y se gracias a eso sus instintos empezaron a aparecer poco a poco haciendo que se pudiera resistir cada vez menos al alfa, su olor lo tenía loco y cada toque que recibía de él lo tenía temblando por más.

Harry estaba consciente de ello y sentía que nunca había sido tan feliz en su vida, todo iba bien, tan bien que le asustaba, estaba asustado de que algo saliera mal.

Algunas noches se despertaba agitado por los sueños, siempre era el mismo, que no había sido capaz de sacar al omega de la taberna y para quedarse tranquilo tenía que ir al cuarto del castaño para asegurarse de que todavía estaba ahí.

Hoy no era una excepción, el alfa intentaba regular su respiración mientras se recordaba que todo era un sueño, se levantó de la cama dispuesto a ir a ver al omega como siempre. Cuando entró en él cierto su corazón se paró por un segundo, la cama estaba vacía.

Con la mente adormilada y corriendo a mil por horas bajo rápidamente las escaleras en busca de su omega, no se tranquilizó hasta que lo vio con una taza de té envuelto en una manta.

- Aquí estás _ suspiró yendo hacia el omega.

- Oh, hola alfa perdón si te desperté.

Louis fue interrumpido cuando los brazos del alfa le rodearon y un par de labios le besaron.

- ¿Qué es esto tan repentino?_ dijo el omega riéndose suavemente.

- Me asusté al no encontrarte _ hizo un pequeño puchero.

- Lo siento Hazz tengo un poco de insomnio y aproveche para meditar _ contestó besando su puchero.

- Está bien... ¿Hazz? La otra vez también me llamaste así ¿De dónde vino eso?

- ¿No te gusta? No sé, me salió solo.

- Me encanta _ lo beso mientras lo llevaba delante de la chimenea para calentarse _ Pero entonces tendré que buscarte también un apodo ¿No?

- ¿Debería tener miedo?_ se burló.

- ¿Qué tal zafiro? Tus ojos me recuerdan a esa piedra preciosa y tú me transmites lo mismo.

Zafiro- Larry (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora