can you stay with me? whistle whistle, in my heart.

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La policía había vuelto a caer con el muñeco de Kid volando hacia la dirección contraria, le sorprendía mucho lo fácil que era para ellos caer en aquella trampa que el ladrón siempre les ponía. A la vez, le parecía gracioso.

Recostado en el pecho del ladrón, solo podía pensar en lo pequeño que se estaba sintiendo. No quería que todo volviese a salir mal como sucedió con quien era su amiga de la infancia, a la que hizo esperar el tiempo suficiente para que se aburriera y mandara lo poco que habían avanzado de relación a la basura. La entendía, no debe ser lindo para alguien enamorado tener que esperar una eternidad solo para obtener visitas que duraban lo mismo que un pestañeo, menos si era en base a mentiras, así que podía justificar su actuar.

Pero tenía miedo de que volviese a pasar. Con él.

Con él era distinto, él sabía de su secreto, de su desgracia, de lo que lo mantenía oculto ante toda la sociedad (menos a él), su envenenamiento. Tuvo la ocurrencia de robar una de las píldoras experimentales que Shiho tenía, para volver a su antiguo cuerpo aunque fuese de forma temporal, y así poder hacer presencia en uno de los robos de Kid y poder pasar tiempo con él. En otras circunstancias, le habría dado igual, pero en este momento, lo necesitaba.

Su corazón lo necesitaba.

Shinichi Kudo, aunque fuese uno de los mejores detectives juveniles de la ciudad (se podía decir que incluso era el mejor), se le daban muy mal las cosas cuando se trataba de temas del corazón. Lo sabía, de más que lo sabía, pues así fue como perdió a Ran, y el miedo de perder a Kaito por lo mismo era grande. Solo quería recostarse en su pecho y ver las estrellas junto a él, como si Kaito fuese su vía láctea y tuviese la libertad de vivir en él.

Era de noche, las mil estrellas en el cielo adornándolo de la forma más bella y única que existía, junto con la luna que brillaba a toda intensidad. Recostados en la arena, escuchando el sonido de las olas que lograban relajarlos de cualquier cosa que los estuviera atormentando (aunque la sensación fuese temporal). Shinichi recostado en el pecho de Kaito, mientras este pasaba su brazo por detrás del Shinichi, juntándolo más a él. Por lo que podía a ver, a Kaito le daba lo mismo estar con el traje de Kid y que alguien lo viera, era más importante mirar las estrellas junto a su gran detective. Lo apreciaba tanto.

Sin que Kaito se diese cuenta, Shinichi miraba cada facción de él, desde sus cabellos alborotados hasta sus labios de color rosa. Kaito era lindo y no solo en apariencia, también en su forma de ser (aunque a veces fuese un pervertido con él, pero lo dejaba pasar). Kaito siempre dijo que lo acompañaría en cualquier decisión que tomara, en cualquier idea que tuviera, en cualquier caso que estuviera... Kaito va a estar ahí para él, siempre. A pesar de las veces que intentó meterlo al calabozo (mucho antes de comenzar una relación), él siempre iba a estar ahí.

Y el miedo de que ocurriese otra vez, era inmenso.

ㅡIncluso si la luz de la luna desaparece, estaremos juntos.

Kaito dejó de mirar al cielo para observar al joven que tenía a su lado, prestándole toda la atención del mundo.

ㅡ¿Podrías susurrarme eso?

Kaito se dio la vuelta para mirar de frente a su detective, quien lo veía con una mirada distinta a la que tenía siempre; una mirada llena de miedos.

ㅡ¿A qué vienen esas bellas palabras, mi detective?ㅡ "Mi detective". Sonaba hermoso. Empezó a llamarlo así desde que su pequeña y dulce relación había iniciado. Comenzó a acariciar su rostro con su mano sin el guante, quería sentir el tacto con el rostro de su chico.

ㅡEs solo que he estado pensando... desde aquello, que te has convertido en alguien muy especial para mí, Kaito. Tanto como Kid como en tu forma de civil, hemos pasado momentos que nunca en mi vida voy a olvidar. He visto cómo la gente que más quiero se ha alejado de mí por diversos motivos, ya sea por algo simple o porque provoqué una herida, y sabes... eso duele. Duele que las personas que aprecio se vayan de mi vida con el paso del tiempo.

Kaito sabía a lo que se refería.

ㅡHe superado todo aquello, claro, sin embargo aún queda algo... tengo miedo de perderte, Kaito.

"Tengo miedo de perderte, Kaito".

Al chico le había gustado oír aquello, eso demostraba que su detective lo quería (o al menos eso pasaba por su mente).

ㅡShinichi, quiero que me escuches.

Kaito se sentó en la arena, invitando a Shinichi a hacer lo mismo. Sentían la brisa marina pasar por sus rostros, una brisa fría pero agradable. Lo miraba, una mirada segura de sus acciones, una mirada con la que era capaz de calmar a cualquiera que se sintiera en el aire como lo hacía el detective.

Shinichi nunca fue así, pero sus miedos lo hacían comportarse así. Pero daba igual, estaba con Kaito, y Kaito en el momento se había convertido en su lugar seguro.

Lo tomó del mentón, mirándolo a los ojos, a pesar de aún portar el monóculo de Kid y sonriéndole como siempre solía hacerlo, porque era su detective y no quería que nada malo le sucediera (exceptuando lo del aptx4869). Se acercó a su oído, y le dijo:

ㅡIncluso si la luz de la luna desaparece, estaremos juntos. Nunca me voy a alejar de ti, mi detective.

Un abrazo. Uno junto con un beso en sus labios por parte del mago, un beso tan calido como su corazón ardiente por los sentimientos que tenía. Quién lo diría, Shinichi estaba en el lugar que muchas fans de Kid deseaban, y se sentía tan bien, tan bonito. Aún con sus miedos, se sentía acompañado por alguien que sabía que nunca lo iba a dejar solo, ni aunque la luz de la luna desapareciera.

Shinichi lo abrazó, de forma que la cabeza del mago quedase en su pecho, y se volvió a acostar en la arena cálida. Kaito le correspondió ese abrazo, pasando sus brazos por la cintura de su detective y apegándolo a su cuerpo, sin intenciones de soltarlo nunca.

ㅡMe esperarás hasta que me recupere del veneno definitivamente, ¿verdad?

ㅡPuedo esperarte todo el tiempo que desees, mi detective. Pero prométeme que iras a al menos la mayoría de mis atracos y me darás un premio por cada vez que regrese la joya.

ㅡEstá bien.

Kaito comenzó a silbar, de una manera tan agradable para los oídos del detective, algo que nunca esperó por parte del mago, pero le encantaba, sabía que esos silbidos eran para calmar a su aterrado corazón y hacerlo sentir bien. Esos silbidos los hicieron relajarse, al punto de comenzar a quedarse dormido junto con el sonido de las olas. Shinichi lo abrazaba como nunca había abrazado a alguien, y esperaba que no llegase nunca el momento de tener que soltarlo y dejarlo ir. Sí, Shinichi no era así, pero quería comenzar a demostrar más sus sentimientos a Kaito, porque no quería que se fuera por su frialdad. Porque su relación era bonita, tan bonita como los ojos del mago que siempre lo miraban con amor. Era bonita, y era mágica.

whistle ; kaishin !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora