ˏˋ ✉️✏️ °•*⁀➷ Notas ༉‧₊˚ | Club de Cuervos.

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El asistente estaba aliviado de que le haya llegado otra nota, pues pensó que aquella persona tal vez había perdido el interés. No se le habría hecho raro, pues casi siempre pasaba. Pero realmente le alegraba el día una de sus notas, pues inconscientemente sonreía, estaba de mejor humor y más motivado que nunca. Después de terminar de leer la nota, vió a lado de esta una caja de regalo roja, con un moño color vino, la cuál abrió. 

Había un pequeño gato de peluche, al igual que una rosa y una caja de chocolates. Tomo el gatito y lo observó, para después abrazarlo. Entró a la oficina su querido amigo, Carmelo, el cuál lo miró confundido.

—Hugo Sanchez, no quiero interrumpirte pero.. —El otro se dió cuenta que lo estaba mirando, y puso el peluche dentro de la caja, la cuál cerró— Wow, ¿quién te dió eso? —Se acercó a él, mirando la caja y sonriendo un poco— ¿Tienes novia? ¿Y no me habías dicho? —Hizo una pose de indignado y rió—

—No, no tengo novia. Justamente de esto quería hablarte hace unos días, y estabas ocupado. —

—Lo recuerdo. ¿Qué sucede? —Suspiró antes de escucharlo—

—Creo que hay una persona a la que le gusto. Pero no se a quién, aunque ayer revisé la lista de empleados que trabajan acá, no hay ninguno que sea él.—

—¿Él? ¿Sabes que es un hombre? —Interrumpió— 

Este solo puso la mano en su nuca, desviando la mirada.

—No lo sé. Pero siento que es alguien demasiado cercano a mí, y no conozco a ninguna chica. En fin, el punto es, que ya han pasado unos días desde que me envían notas, las encuentro en mi libreta cuando llego aquí. Y hoy me encontré con esto. —Abrió la caja, dejando que su compañero viera las cosas que había—

—¿Puedo ver una nota? Tal vez pueda diferenciar la letra. —

El otro lo miró y le dió una, pues siempre las guardaba en sus bolsillos para poder leerlas cuando el quisiera. La miró, de cerca y de lejos, pero nada. Se la volvió a dar al de ojos avellana y la guardó

—No encuentro un parecido con alguna letra de los jefes o de los informes. Pero, te aseguro que estaré atento a cualquier cosa. —Le sonrió, para después salir de ahí y ponerse a trabajar en su computadora—

Otro intento fallido. Tenía esa necesidad de encontrarlo, quería hacerlo. No podía dejar de pensar en eso. 

Lo iba a lograr, cueste lo que cueste.