La isla que marcó nuestro extraño destino. Vol. 1: Espectadores.

El destino

"El destino del hombre, está en su propia alma." Heródoto.

"El destino no es cuestión de casualidad, sino de elección. No es algo que hay que esperar, es algo que hay que lograr." William Jennings Bryan.

"Nuestra historia, no es nuestro destino". Alan Cohen.

"El destino guía a quien lo acepta, pero arrastra al que lo rechaza." Séneca.

"El destino nos concede nuestros deseos, pero a su manera, para darnos algo más allá de nuestros deseos." Johann Wolfgang von Goethe.

"El destino, tiene una pasión constante por lo incongruente." Booth Tarkington.

"A veces, el destino se parece a una pequeña tempestad de arena que cambia sin cesar. Tú cambias de rumbo intentando evitarla. Y entonces la tormenta también cambia de dirección, siguiéndote a ti." Haruki Murakami.

"A menudo, encontramos nuestro destino por los caminos que elegimos para evitarlo" Jean de la Fontaine.

Tal cual se ha podido observar, hay quienes piensan que el destino lo escribimos nosotros; que somos amos y señores de nuestro propio futuro. Pero también están aquellos que señalan que el destino es incontrolable, como la suave brisa del viento que viaja hacia su dirección sin que nadie le perturbe.

¿Qué es el destino entonces? ¿Acaso es cien por ciento producto de nuestras decisiones? ¿O es una fuerza del universo misteriosa e ingobernable?

Las respuestas varían según la perspectiva, y su definición "exacta" aún a la fecha es bastante debatible. Sin embargo, quizás sea posible sacar una conclusión en limpio de todas las frases célebres anteriores.

Muchas veces, encontraremos casos de gente que consiguió lo que se propuso desde niños a puro trabajo duro y disciplina. Y otras, veremos cómo por más ganas que le pusieron a sus metas personales, terminaron lejos —¡lejísimos!—, de lo que planearon originalmente.

En ambas situaciones, las personas dieron todo de sí para lograr "algo", y mientras que por un lado sí pudieron, por el otro no.

¿Pero por qué? ¿Acaso los que sí lo lograron son "afortunados"? ¿Acaso los que no, en realidad no se esforzaron tanto? ¿O es que la suerte no les sonrió?

Uno, puede darle las vueltas que deseé a estas interrogantes. No obstante, solo estarían perdiendo el tiempo, puesto que la realidad es más sencilla de lo que aparenta.

Para empezar, no, el destino no es incontrolable, ya que si así fuera, no habrían individuos como los antes mencionados que conquistaron sus ambiciones. Mas, tampoco es algo que podamos moldear a nuestro antojo. Simple y llanamente, el destino es...

Impredecible.

Ahora bien, lo que aquí se hallará es nada más y nada menos que el esplendor de un destino único entre tantos; uno creado a base de infortunio e increíbles acontecimientos que sobrepasan la lógica del ser humano.

Por ejemplo, ¿alguna vez han sido perseguidos por monstruos deformes de dos metros que buscan su destrucción? ¿Alguna vez han cerrado los ojos solo para, segundos después, abrirlos y darse cuenta de que fueron teletransportados al otro extremo de la galaxia? ¿Alguna vez alguien ha estado en presencia de demonios? ¿O qué tal de un dios? ¿No? Porque ella sí, y no fue nada bonito.

Se preguntó una vez y se preguntará de nuevo:

¿Están listos para descubrirlo? ¿Están preparados para desentrañar los horribles y oscuros secretos que rodeaban a la protagonista de éste relato?

Y a todo esto, ¿de quién se habla? ¿Quién es "ella"? Bueno, que la misma chica sea la que lo cuente. A fin de cuentas, ésta es su historia; la historia de cómo un alma maldita cambió para siempre el destino del mundo.