4. Alex

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Alex

Era de madrugada, estaba sola debajo de aquel puente donde no pasa nadie.

Tenia un poco de miedo pero era la única hora en la que podía escaparme de casa sin que mis padres me pillaran. Además, ya estaba acostumbrada a estar allí de madrugada esperando a mi contacto.

Y por fin apareció.

- Aquí tienes. - dijo él, dándome dos bolsas. - María y cocaína.

- Gracias. - le di el dinero y me fuí hacia casa.

Por la mañana metí las bolsas de droga en la mochila y fui hasta el instituto a por clientes.

Necesitaba el dinero. Sea como sea. En mi casa no es que tengan mucho dinero, pero tenía que comprarme ropa cara. Quería sorprender a los demás. Quería que me tuviesen envidia por como soy y por la manera en la que me visto.

- Hola Alex. - dijo Sergio

- Sergio, ¿quieres algo?

- Dame un 1g de cada por favor.

- Vale. - le doy la droga y el me da el dinero.

- Toma, el dinero.

- Gracias.

Noa

Le estuve dando vueltas a mi cabeza durante toda la noche.

No podía acabar de creerme que Alex traficaba y que encima, Sergio le compraba.

Por una parte me sentía aliviada de que Sergio no me engañase con Alex. Pero por otra parte estaba cabreada y a la vez decepcionada con él.

Tenia pensado encararme a Alex y enfadarme con Sergio.

Desde lejos, vi a Sergio y Alex hablando en la entrada del instituto, pero estaban un poco apartados de los demás.

Pude ver cómo Sergio le estaba dando dinero a Alex y supuse que le estaba comprando drogas. Fui hacia ellos corriendo.

- ¡¡Déjalo en paz!! Devuélvele el dinero. ¡Y tu Sergio, devuélvele la maldita droga! - en ese momento sentía una rabia enorme dentro de mi.  Ver a Sergio comprando droga era algo que nunca pensé que haría.

- ¿Que estás haciendo Noa? - Me dijo él

- No, Sergio. ¿Qué mierda estás haciendo tú comprándole droga a la pija camella esta.

- ¿Qué me has llamado bonita?

- ¡A mi no me llames bonita! Deja a mi novio en paz. ¡Te voy a denunciar!

- Tu novio es libre de hacer lo que quiera.

De repente dos personas me agarraron de los brazos y me llevaron lejos de Sergio y Alex. Eran Khai y Mia.

- ¿Qué te pasa, Noa? - preguntó Mia preocupada.

- La egoísta de Alex le está vendiendo droga a mi novio.

- ¿Cómo? - dijeron las dos mientras se miraban sorprendidas.

- Quiero pegarle un buen puñetazo a la tipa esa - les dije apretando los dientes de la rabia que sentía.

- Tranquilízate Noa, por favor. - dijo Mia intentando tranquilizarme.

- Escúchame Noa, tu novio es gilipollas por hacer esas mierdas. Pero si eso es lo que quiere hacer, es su problema.

- Lo sé, Khai. Pero me preocupo por él.

Sonó el timbre, era hora de entrar a clase. Aún tenía ganas de decirle cosas a Alex y Sergio, pero me tocaba clase de matemáticas y esta profesora es más estricta así que tenía que ir a clase. Además, los números no se me dan bien y tenía que atender a clase para que me vaya bien en el examen.

Unas horas más tarde...

Sonó el timbre, era la hora de salir. En la salida vi a Sergio que me esperaba.

- Sergio, yo... Quería disculparme...

- Noa, - me interrumpió - ¿como sabías que Alex vende droga?

- emmm... Os vi desde lejos con la droga...

- No. Alex me ha dicho que ayer te vió mirando mi taquilla.

Mierda.

- ¿Me has cogido el móvil?

- cogí aire - Si. Lo siento Sergio, al principio pensé que tú y Alex estabais liados, pero...

- ¿Qué? - me interrumpió.

- Si, pero después leí la conversación y vi que te vendía droga... - me interrumpe de nuevo.

- Oye Noa, yo quiero que mi pareja confíe en mi así que lo mejor es que nos demos un tiempo para que pienses en lo que es la confianza. Hace tiempo que ya no estamos bien. - él se va y yo me quedo allí plantada en la puerta del instituto.

- ¡Hola tía! - es Khai, viene con Mia y Bruno. - ¿Te parece bien que se venga Bruno esta tarde a mi casa? Así estamos los cuatro... - se da cuenta de que tengo los ojos llenos de lágrimas. - Noa... ¿Qué ha pasado?

Entonces Bruno y Mia se dan cuenta.

- Sergio me ha dicho que nos demos un tiempo. - echo a llorar y ellos me dan un abrazo.

Dos semanas después...

Hoy había madrugado. Era sábado y los findes suelo despertarme bastante tarde pero es que hoy llegaban mis amigos de el campamento de verano, Ethan y Félix.

Después de prepararme oigo un coche que aparca en frente de casa. Son ellos.

Vienen a pasar unos días aquí. Yo tengo instituto pero en el suyo tienen unos días de fiesta y sus padres les han dejado pasar estos días en mi casa.

Tocan al timbre y voy hasta la puerta para abrirles.

- ¡¡Hola!!

- ¡¡Holaa!! - dicen ellos mientras nos damos un fuerte abrazo.

Khai y Mia no podían esperar a conocerlos así que veo que vienen corriendo hacia aquí a saludarlos.

Subimos hacia mi habitación, allí dejan sus cosas y veo que Ethan ha visto una foto mía con Sergio colgada en la pared. Me pongo nerviosa e incómoda a la vez.

- ¿Ese es tu novio Sergio, no? - pregunta elle.

- Bueno...

- Khai se da cuenta de este momento tan incómodo e interrumpe - ¿Oye, vamos a dar una vuelta? Así os enseñamos la ciudad un poco.

Suspiro y asiento con la cabeza. Salimos a la calle.

- Oye Noa, Khai y yo lo hemos estado pensando y como han venido tus amigos del campamento y hoy es sábado... Habíamos pensado en organizar una fiesta esta noche. ¿Qué te parece?

- ¿Esta noche?

- Si.

- ¿Pero donde la vamos a hacer?

- No te preocupes, esta todo organizado.

- A ver, ¿de quién es la casa?

- se miran entre ellas. - De Bruno.

- ¿De Bruno?

- Si, ¿Porque?

- por nada - digo.

- ¿Te gusta ese tal Bruno? - pregunta Félix.

- ¿Qué? No.

- Félix, Noa tiene novio. Es el de la foto de su habitación. Mirad viene tu novio hacia aquí. - Ethan señala detrás mío.

Me giro y veo que es Sergio, viene hacia nosotros.

- Hola chicos. ¿Noa, podemos hablar un momento?

La fiestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora