Tormenta

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Espero que traigan pañuelos...

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Wei Ying juraba que podía reconocer a Wangji hasta a ciegas, conocia todo de el, su aroma, su voz sus manos, su espalda, su altura, absolutamente todo, pero ahora quería creer que no era así, dentro de si mismo deseaba con toda su alma no reconocerlo por que le estaba doliendo, fue como una apuñalada por la espalda, un balde de agua helada, no quería creer lo que sus ojos estaban mirando.

Era Wangji abrazado a una mujer de mediana estatura con curvas pronunciadas tez blanca, labios rojos y "su" Wangji, su novio la estaba abrazando y caminando con ella a un hotel

WY- ...// con un hilo de voz// Wangji... //quiso pasar la avenida pero los autos no dejaban de correr a pesar de eso empezó la carrera hacia el hotel donde el hombre que amaba estaba entrando, cuando llegó por fin pese a los regaños de los conductores y la gente, con desesperación pedía// a que habitación se fueron los jóvenes que acaban de entrar dígame por favor

Srta- esa información no se la podemos dar, necesita calmarse

WY- dígame!!! A cual entraron??? //ya tenía la voz ronca y los ojos cristalizados e incluso estaba temblando// necesito saber porfavor señorita!

Srta- no le puedo dar información de nuestros huéspedes, váyase o llamaré a seguridad

WY- usted no me está entendiendo // intentaba calmarse lo más posible pero no podía, su respiración estaba agitada y aún con desespero en su voz continúo// el muchacho que entró ahí es mi novio! Porfavor dígame a cuál entraron

Srta- joven... ya le dije que no puedo darle información, retirese porfavor

WY-... esta bien //tenía la mirada baja, vio que la señorita se distrajo e intentó correr hacia arriba pero fue detenido por seguridad

Eran dos hombres altos y fuertes con cara seria sin una pizca de piedad, lo tomaron por los brazos y lo sacaron del hotel tirando a la calle con una advertencia de no volver a entrar, si lo volviera a hacer sería llevado por la policía... Wei Ying en el suelo con las manos rasgadas no presto atención a la gente que lo miraba, se paró y dirigió su vista hacia arriba

Ahí en esa habitación se veían dos siluetas, uno alto y una baja, los reconoció de inmediato el ya estaba llorando las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos cristalinos sentía una opresión en el pecho, pero lo que vio le dolió más aún, se estaban besando, esas siluetas se estaban besando y luego desaparecieron de la ventana... y ahí en medio de la gente que no dejaba de verlo, en medio de la llovizna que empezaba estaba un joven con su vista arriba, con el corazón y alma rotas temblando pero no de frío, si no de dolor

Apenas pudo reaccionar a lo que vio, bajo la vista al suelo y se fue de ahí, lo que primero era llovizna empezó a intensificarse, pero a el no le importó nada de eso, entró a una tienda y ahí compró alcohol, ya no había gente en la calle pese a ser temprano todavía, la lluvia los había espantado a todos haciendo que busquen un lugar para cubrirse de ella

Wei Ying no sentía la lluvia ni el frio, se sentía triste caminaba sin rumbo sollozando hasta que llegó a una plaza y se sentó en una banca, agarró su alcohol y empezó a beber como si de agua se tratase, no sentía el ardor en su garganta ni siquiera el sabor de esta bebida solo quería olvidar, pero sentía dolor en su pecho, las imágenes que vio empezaron a aparecer en su cabeza sin cesar, el se sentía destrozado, miserable, sentía que todo le dolía su corazón estaba hecho trizas empezó a gritar con desesperación tratando de calmar el dolor de su pecho, con una mano sostenia el alcohol y con la otra mano agarraba su cabeza tratando de dispersar esas imágenes, agarró su pecho como si quisiera sacar ese dolor pero solo lograba jalarse la ropa, no podía más, sus gritos eran constantes la lluvia se convirtió en una tormenta pero por mucho que la tormenta sea fuerte no lo sentía... solo suplicaba por piedad pero nadie lo escuchaba estaba totalmente solo ni el cielo se apiadó de él y lo hizo notar con esa tormenta

Vuelve a mirarme porfavor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora