Capítulo 26 Promesas Cumplidas del Pasado

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Ya descansados, tomaron una ducha y se dirigieron al Saint-Paul, media hora después llegaron y los recibió el mismo conserje y les dijo.

-Hola chicos, sabía que iban a venir, los estaba esperando  -Candy y Terry se miraron extrañados,  Terry preguntó. 

-¿Como sabía que  vendríamos?   -No pregunten solo acompáñenme  -dijo el conserje, Candy miro a Terry, y el chico solo encogió los hombros y lo siguieron 

-Miren, ven allá a lo lejos  -Si que hay allá   -dijo el chico intrigado  -No lo sé , solo les puedo decir que se dirijan hacia allá y ahí encontraran otra cosa mas que buscan  -Candy se le acerca a Terry y le dice

-¡Terry! ¿acaso sera el libro que buscamos el de Romeo y Julieta?  

-¿Usted sabe algo de esto?  -preguntó el chico 

-A lo mejor me llamarán loco, pero... tuve un sueño, que ustedes vendrían y en el sueño usted señorita  -el conserje apunto a Candy   -usted me decía que los llevara hacía allá, que de lo demás ustedes se encargarían  -Candy no supo mas que decir y tampoco quiso preguntar nada.

-Disculpe  -dijo el castaño  -Podríamos pasar a ver las habitaciones de los estudiantes, en especial las primeras, la de hombre y mujer, por favor  -Terry miraba suplicante al señor, pues el sabía que estaba prohibido

-Miren chicos, no se si sepan que esta prohibido, pero por ser ustedes y me caen bien y por todo lo que he visto y he sido testigo y lo que me han contado, haré una excepción, por favor me dejan tal y como están esas habitaciones.

Como si fuera un imán Candy se fue directo a la habitación de su tía y entraron, de repente Terry le dice a Candy

-Pecosa como que ya había estado aquí   -Al mismo tiempo cerraron los ojos y se tomaron de la mano y de repente sucedió.  Como si fuera una película Candy ve entrando por la ventana a Terry, estaba mal herido, Terry por su parte se quejaba de un dolor, como si algo le doliera

-¡Terry! ¿Que te pasó?  -preguntó Candy 

-¡Uy! creo que erre de cuarto, mi amigo se equivoco  -dijo el castaño  -deja quedarme un momento luego me iré 

-¡Terry! estas herido  -exclamo la rubia pecosa  -de repente un golpe los hizo volver al presente 

-¡Candy! ¿que paso? ¿viste lo mismo que yo?  -Candy asintió y dijo que si y se le dibujo una sonrisa

-Oye, tu tío si que era todo un Don Juan, mira que entrar así por la ventana a ver a mi tía,  según por equivocación   -la rubia pecosa lanzo una carcajada, Terry la jala hacia el y le dice

-No pecosa.  No creo que mi tío fuera un Don Juan, se que solo amo a tu tía, y si entro aquí, yo se que fue por error.

-Mira Terry, este colegio parece una cárcel, no se como pudieron estar aquí, ven Terry tengo curiosidad de saber como es la habitación de tu tío    y salieron al jardín y atravesaron toda una parte para llegar al dormitorio de los varones, llegaron al dormitorio y todo estaba ordenado, como si alguien se dedicara a tenerlo ordenado, aunque había alguna que otra telaraña lucía bien el lugar.

-Terry el lugar huele a tu loción, pero no creo que seas tu, pues desde que entramos me dio el olor, ¿usas la misma de tu tío verdad?  -preguntó Candy

-Si pecas uso la misma loción que el, desde los quince años la uso  -se pusieron a indagar en el lugar y en uno de los cajones encontraron algo parecido a una foto cortada en mil pedazos, la quisieron pegar, pero no se pudo y la volvieron a dejar en su sitio, luego se fueron a donde el conserje les había indicado

Tu y Yo Nos encontráremos aún  después de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora