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Por lo general, cuando alguien quería hablar con los Emperadores se solicitaba una audiencia en donde se trataría temas relevantes por el bien del Imperio, todo aquel que deseaba el favor de sus majestades podía tener el derecho de asistir a tal a...

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Por lo general, cuando alguien quería hablar con los Emperadores se solicitaba una audiencia en donde se trataría temas relevantes por el bien del Imperio, todo aquel que deseaba el favor de sus majestades podía tener el derecho de asistir a tal audiencia sin importar el estatus social.

- Su Majestad...- un chico de cabello oscuro junto con una joven de cabello azul realizaron una reverencia en forma de respeto.- mi amiga Juvia y yo estamos agradecidos por su cálida acogida en el Imperio del Oeste, su Majestad, por eso, esperamos ayudarlos a ambos con todo lo que necesiten.

Gray Fullbuster y Juvia Loxar, actualmente son los nobles más queridos por este Imperio. Ellos pertenecían al Reino del Occidente, sin embargo, luego de una emboscada en medio de un viaje, ambos se vieron afectados mostrando su desesperación por la situación, afortunadamente un caballero de la "Orden Transaccional" pudo salvarlos en medio de su desgracia.

Fueron llevados a la frontera del Imperio del Oeste esperando que se sientan cómodos mientras se preparaba un viaje de regreso hacia su tierra natal, su estadía en el Imperio era escasa por lo cual personas del mismo los llevaron a la capital en donde se encontraba el Palacio de los Emperadores; quedaron impresionados, no solo por la gente amable y sus bellos paisajes, sino que también quedaron maravillados con lo bien que se hablaba de sus altezas. Según los comentarios de los nobles e incluso comerciantes, eran la pareja perfecta, complementaban el uno con el otro. Todo estos rumores los hizo entrar en curiosidad, ¿En verdad eran la pareja perfecta como todos decían?, ¡Tenían que verlo con sus propios ojos!

Para su suerte, se estaba organizando la audiencia con la realeza lo cual les facilitaría el trabajo, no solo para comprobar los rumores, sino que también aprovecharían la oportunidad para agradecer por todo lo que hasta ahora se les ha brindado.

- No sé preocupen.- con una cálida y suave voz se pronunció La Emperatriz Lucy.- todo aquel que necesite ayuda y venga con buenas intenciones, es bienvenido en nuestro Imperio.- su ligera sonrisa era la luz que de pronto apareció ante la vista de Gray, era un ángel.

No sólo lo notaba por su forma de hablar, sino que su impactante belleza afirmaba lo que pasaba por su cabeza, sus bellos ojos marrones los cuales tenían un brillo inexplicable, su piel blanca como la nieve que se espera en invierno, incluso sus cabellos rubios tan brillantes como el oro, ¡Cualquiera la confundiría con un bello ángel!

- Como lo dijo la Emperatriz.- una voz de un hombre el cual había ignorado por completo, se hizo presente.- ustedes son bienvenidos, sientan la libertad de poder quedarse el tiempo que deseen.- con una sonrisa y sujetando la mano de aquel ángel al cual estaba deseando abrazar, se pronunció el Emperador.

Por un segundo, Gray sentía envidia. 

Aquella bella Emperatriz lo hizo perder la cabeza por un momento, incluso lo llevó a pensar en un futuro a su lado, deseando ser él Emperador para compartir el amor de aquella mujer.

Sintió envidia y codicia, deseaba a esa mujer, tanto que incluso olvidó cual era su lugar en ese Imperio y lo agradecido que hace un momento decía estar.

Viendo las manos de los Emperadores entrelazadas, hizo que su persona se sintiera tan miserable y patético por querer algo imposible, por anhelar algo que estaba destinado a hundirse en lo más profundo del universo. Pero recordó que no todo es imposible aunque lo parezca...

- Muchas gracias su alteza.- ambos nobles se retiraron haciendo otra reverencia en señal de despedida.

Los pensamientos de Juvia sin duda eran tan maravillosos, sentía una dicha enorme por comprobar con sus propios ojos que el amor verdadero existía.

 A pesar de no pertenecer a este Imperio, pudo notar el afecto que ambos Emperadores tenían, sin duda los comentarios eran ciertos y ella estaba tan emocionada que su inocencia no pudo darse cuenta de con quién se juntaba.

- Gray, ¿No crees que son una linda pareja? ¡Dios, fueron tan lindos que estaba a punto de gritar de la emoción!.- mientras seguía caminando sin mirar atrás, se expresaba con libertad.- Espero que su amor sea eterno como la prosperidad de este Imperio, ¿No es así, Gray?

Al fin aquella joven noble se dió la vuelta, y sin esperarlo su amigo de la infancia tenía una leve sonrisa que tal vez hasta cierto punto era malvada.

- Sí, juvia.- contestó con una voz lúgubre aunque a la vez para aquella joven era encantadora.- Creo que sería una lastima si ambos se separan, esperemos que la luz siempre brille sobre este Imperio.- Extendió sus manos mirando al cielo con una sonrisa.

Juvia pensaba que su acompañante estaba tan emocionado por la pareja imperial que hasta le pareció adorable aquel acto.

Sin embargo, las palabras de Gray estaban llenas de todo menos cosas bonitas, ¿Que pasó?, Sólo hicieron falta un par de segundos para que aquel joven mostrara sus malas intenciones hacia el Imperio.

¿Qué causó este cambio de actitud tan repentino? Hace unos momentos estaba tan entusiasmado por agradecer a sus "salvadores" y mostrarles cuanto deseaba la prosperidad del Imperio. Pero ahora solo quería que todo se volviera un desastre.

¿La causa?

Aquel bello ángel sentado en un trono, La Emperatriz.

"La Emperatriz es tan bella que se vuelve fácilmente la perdición de todo hombre"

Los rumores eran ciertos y Gray los había comprobado, se sentía tan atraído por esa mujer, que su deseo lo llevaría a cometer hasta el más grande de los pecados.


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Gray tsundere...

- El amor y dolor de una Emperatriz y su Emperador -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora