parte 2

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Johnny empezó a besarlo en el sillón, Doyoung ya sentía su parte baja húmeda, quería hacerlo, pero el alfa le dijo que su pequeño cuerpo debía descansar, él no era pequeño, sin embargo, cualquiera lo sería al lado de Johnny, lo único bueno es que le dio como consuelo un montón de besos.

El sonido de sus labios y lenguas jugando entre ellos lo tenía mareado y su mente solo se llenaba de pensamientos sobre Johnny, enredo sus dedos en el cabello del alfa y se subió a su regazo, quería sus manos en su cuerpo, pero el alfa se controlaba bastante bien y no le dejó avanzar.

—todavía estas agotado, tienes que descansar—le dijo, besando su cuello—cuando te sientas mejor lo volveremos a hacer.

—sí—avergonzado, Doyoung hizo un pucherito—Johnny...

—¿qué?

—no tienes pareja ¿cierto?—el omega sabía que debería bajarse del regazo del alfa, pero era cómodo estar encima suyo.

—por supuesto que no, tu tampoco ¿verdad?—Johnny le miró atento, tenía unos ojos tan expresivos que Doyoung supo que quería devorarlo, pero se estaba conteniendo.

—cómo crees, quién querría salir conmigo—dijo divertido, abrazándolo —déjame quedarme así un momento.

El alfa no dijo nada, solo le rodeó con sus brazos y Doyoung aprovechó a acurrucarse contra su pecho.

Fue así como comenzó, Johnny empezó a ir a verlo cuando su madre no se quedaba a dormir, ella siempre iba a visitar a su hermana, la pobre había quedado viuda hace poco tiempo y su madre la acompañaba para que no se sintiera sola.

Cuando ella se iba, Johnny entraba.

Doyoung lo llevaba a su pequeña habitación y tenían sexo por horas, Johnny besaba cada parte de su cuerpo, lo hacía llegar al orgasmo tan seguido que el omega sentía que nunca se iba a sentir tan placentero como cada vez que lo hacía ver estrellas, apretar sus dientes y sujetarse contra su cuerpo.

El miembro de Johnny en su entrada se deslizaba a través de sus fluidos, se oía el chapoteo en toda la habitación, golpeando profundo contra su próstata, besándolo con hambre, diciendo cosas a su oído.

—¿te gusta así? ¿Lo quieres más profundo?—la voz de Johnny era sexy, hacia qué su entrada se dilatara incluso aún más, Doyoung sabía que se veía como un desastre, sudado, desnudo, mordido, chupado y lleno de semen, pero le gustaba como se sentía tener a Johnny sobre él.

Cuando golpeaba profundo en su interior y lo envolvía con todo su cuerpo, abrazándolo y besándolo.

No eran novios, pero Johnny era un caballero, eso era seguro, lo llevaba al médico para que le hicieran un control, no le parecía que fuera sano no tener aroma, pero era más común de lo que parecía. Juntos eligieron un plan de cuidados ahora que tenían relaciones sexuales, fue lo más responsable que vio en su vida, su madre nunca le habló de estas cosas, que Johnny lo sugiriera lo puso feliz, porque millones de veces había imaginado escenarios desastrosos.

—¿quieres comer algo?—Johnny le preguntó cuando salieron de la clínica.

Doyoung asintió—sí, quiero algo rico.

Nunca había actuado tan mimado como lo hacía con Johnny, le gustaba, pero tenía miedo de que no durara para siempre.

No sabía qué temía más perder, si el poder saciar su hambre sexual con un hombre apuesto y amable o el no poder caminar a su lado por las calles concurridas de la ciudad, comiendo un bocado y riendo de algo al azar.

—lo bueno es que Jaemin comienza a querer a su prometido, me sentí fatal cuando no pude hacer nada por él.

La vida de Johnny era difícil de imaginar, tenía un padre estricto y dos hermanos, el menor estaba comprometido en un matrimonio arreglado y el del medio no tenía un plan seguro, quería ser músico.

Demasiado Fuerte JohnDoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora