Un joven príncipe, que posee todo lo que siempre quiso desde que nació, nada puede salir mal.
Pero que pasa cuando el corazón está lleno de orgullo y arrogancia? Cuando debajo de esa fachada de príncipe se encuentra un hombre apostador y odioso. Que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La noche invadió el pueblo y con el la recién llegada de el sobrino de el Tío Pelado, un muchacho aventurero y rebelde que poseía un buen y noble corazón a diferencia de su tío. Aunque eso no le quitaba lo coqueto
Sobrino! Hasta que al fin llegas, no te iba a esperar toda la noche - fue la forma de saludar de Pelado mientras Horacio estaba a su lado
A mi también me da gusto verte tío - saludo a modo de paz acompañado de tres hombres
Y ellos quienes son muchacho? - Horacio veía sospechosamente a los acompañantes del joven
Son mis seguidores, primero esta Sopapiglobo, mi amigo y súbdito más fiel, que me acompaña en todas mis aventuras, el otro es el hombre hojalata y el último de lentes es Seguribirrido blah~- señaló a cada uno
No seas irrespetuoso con nuestra persona Guaripolo! - regaño un joven de lentes, traía un sombrero naranja con una fina pluma adornando lo y saco del mismo color, cabello notoriamente café y tez un poco clara - Soy Segurito messieurs
Ya sabes como es Segurito - el hombre que hablo era el más alto de todos, traje morado, cabello rubio y tenía una ligera dificultad para moverse dando un aire de ser un muñeco de hojalata - me llamo Dami, c’est un plaisir
El más bajo era un chico de vestimenta roja y cabello negro, el era extranjero y no hablaba mucho el español por eso se mantenía callado pero igual dio un ligero asentimiento de cabeza a forma de saludo
Mientras que Guaripolo era un chico de cabellera algo larga color naranja con una vestimenta negra, de estatura mediana y tez morena
Como sea, vámonos a la taberna que tengo sed - sin esperar respuesta ambos adultos se adelantaron y los cuatro jóvenes los seguían
Creo que los malos modales ya están impregnados en esta familia - susurro Dami a Segurito que asintió convencido
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al llegar a la taberna del pueblo todos saludaron a Pelado y una que otra mujer se le acercaba para coquetear
Vaquero dame unas cervezas! - grito acomodándose cerca de la chimenea
