Cuando Chloe no derrama el vino y sigue envenenando a Lucifer, él huye al primer lugar en el que piensa. El hogar de cierto científico forense.
Advertencia: Debo aclarar que no es mi historia solo lo traduzco :).
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Lucifer llegó a la entrada del palacio junto a Rafael, después de haberlo seguido, y él cuadró los hombros, mantuvo la cabeza en alto y mantuvo la mirada hacia adelante. Se negó a mostrar ningún signo de encogerse de miedo o gatear a casa con el rabo entre las piernas y no tenía ningún deseo de ver las miradas de odio que seguramente apuntarían en su dirección. Si ese hubiera sido el plan de su padre, estaría decepcionado. Como resultado, no se dio cuenta de que no había miradas de odio dirigidas a él, aunque algunas eran más amigables que otras, por supuesto. Simplemente siguió a Raphael directamente a la sala del trono y entrecerró los ojos con sospecha cuando Raphael se inclinó para susurrarle algo a su padre, quien asintió con gravedad antes de agitar una mano para despedir a Raphael y decirle al resto de los guardias en la habitación. "Déjanos."
"Pero padre ..."
“Yo / dije / nos dejo”, dijo con firmeza, y todos se apresuraron a salir. "Lucifer ... toma asiento", ofreció.
"Me quedaré de pie, gracias", se burló Lucifer. Al menos ahora tenía una buena idea de lo que le había dicho Raphael. De lo contrario, su padre lo habría llamado Samael.
"Como quieras", dijo Dios con tristeza. "Te debo una disculpa, hijo". Ignoró el bufido burlón de Lucifer y continuó. “Solo tenía la intención de que sirvieras en el infierno por un corto tiempo. Como castigo, antes de llevarte a casa ".
“Y sin embargo, enviaste a Amenadiel para que me devolviera cada vez que lograba salir”, se burló Lucifer.
"¡¿Hizo QUÉ ?!" Dios rugió, levantándose del trono, haciendo que Lucifer retrocediera, por mucho que lo odiara. "¡GABRIEL!"
"¿Si padre?" Gabriel preguntó dócilmente mientras se apresuraba a entrar. Fuera lo que fuera lo que tenía a su padre de tan mal genio, no quería tener nada que ver.
"Convoca a Amenadiel a mi presencia de inmediato".
"Sí, padre", dijo Gabriel con una reverencia mientras salía de la habitación tan rápido como llegó.
Lucifer entrecerró los ojos con sospecha. "¡¿No puedes decirme que ni siquiera lo sabías ?!"
“Te lo aseguro, hijo mío. No hice."
"Padre", dijo Amenadiel mientras se apresuraba a entrar y se arrodillaba. Cuando Dios dijo inmediatamente, quiso decir inmediatamente.
"Amenadiel", dijo Dios con frialdad. “¿Qué es esto que escuché acerca de que tu hermano viene del infierno y lo vas a enviar de regreso? ¿Supuestamente bajo / mis / pedidos? "
Amenadiel palideció al ver a Lucifer parado allí y miró a su padre. “En realidad nunca / dije / fue con tus órdenes…” dijo débilmente.
"Creo, hermano, que tus palabras exactas fueron: 'Padre te ordenó ir al infierno'", dijo Lucifer descaradamente.
