Naoto ;)))

#five

—Pero cuando vuelva de mi trabajo—añadí rápidamente

La sonrisa de Naoto se eliminó a una expresión seria, se veía más decepcionado

—Oye~...—me acerco a él—se me hará tarde si lo intentamos ahora

—Si, lo se, ve a cambiarte te espero

—Bien

Lo besé y entré a mi habitación a vestirme. Una vez lista salí y nos fuimos directamente pues ya faltaba poco para que se acercara mi turno

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Al salir del trabajo Naoto me recogió, en serio lo hizo. Llegamos a mi casa y me quedé quieta en la puerta mientras veía a Naoto acercarse a mi

—Bueno... nos vemos mañana—abro la puerta

—No te escaparás tan fácil—me toma de la mano

Naoto entró a la casa con nuestras manos juntas. Caminó directamente hasta mi habitación y una vez ahí empezó a besarme

—N-naoto...

—Prefieres que...

—No, está bien

Continuamos con el beso, era ligero y lento. Poco a poco comenzó a acercarme a la cama hasta que caí en esta, jale de su corbata y continuamos besándonos. Naoto subía la intensidad mientras yo quitaba su corbata y desabotonaba su camisa. Inconscientemente me dejé recostar en la cama mientras sentía las manos de Naoto quitar mi uniforme de trabajo. Estaba sonrojada, había estado de esta forma muchas veces frente a él, pero me sigo sintiendo apenada

—Eres linda cuando te sonrojas—sonríe

—No digas cosas tontas o lo harás incómodo

—Está bien

ALERTA PECADORA 😼

Naoto quitó mi sostén y dejó un camino de besos hasta uno de mis senos. Estaba empezando a perder la conciencia y a dejarme llevar por el momento, Naoto masajeaba mi seno mientras llevaba otro a su boca. Comencé a soltar jadeos cortos y Naoto bajó su mano hasta mi vagina dónde movía sus dedos suavemente en círculos

Lo tomé de sus hombros con fuerza mientras cerraba mis ojos. Naoto se detuvo, entonces volví a experimentar la decepción

—¿P-por qué te detienes?

Miré a Naoto y después hacía dónde el veía. Eran las marcas en mis brazos. Trate de ocultarlos dejándolos detrás mío pero aún así ya los había visto

—¿Quién te hizo esto?—toma mi brazo

—Cuando era pequeña me-

—Mentirosa... no puedes mentirme de tu infancia la conozco mejor que tú, me contabas todo

—Mis papás... comenzaron a hacerlo después de que desapareciste

Nos quedamos en silencio un momento hasta que Naoto acercó su cabeza hasta mi brazo y dejó un beso en las marcas

—Voy a cuidar mejor de ti ahora—sonríe

Dios lo odio, es muy lindo. Lo giré colocándome sobre él y lo besé. Volví a reincorporarme para dar vueltas sobre el miembro de Naoto. Él soltaba gemidos roncos haciendo que la poca cordura que me quedaba se borrara

—Yo... puedo... ¿meterlo ya?—pregunté con algo de pena

Naoto solo asintió, quité mis bragas y su bóxer, respiré profundo y me penetre. Gemimos al unísono, dolía bastante, comencé a moverme en círculos y podía sentirlo como si este se hiciera más y más grande en mi interior me dejé caer en su pecho mientras daba pequeñas embestidas

Naoto me dejó debajo de él y comenzó a penetrarme más rápido. Mi espalda se arqueaba, y lo que antes era dolor ahora era placer. Naoto tomó mi pierna y la colocó sobre su hombro mientras daba embestidas más lentas pero más profundas

La habitación se había llenado de nuestros gemidos y el sonido de nuestros cuerpos chocando. Me coloqué en cuatro hipnotizada por el placer y lo miré

—Penetrame así...

Naoto obedeció y comenzó a penetrarme rápidamente, cada golpe que daba era profundo y no podíamos dejar de gemir. Rápidamente comencé a sentirme extraña, era una sensación muy diferente y entonces sentí como si me hubiera liberado de algo. Mi vagina chorreaba, ¿es a esto a lo que le llaman correrse?

—Te corriste—sonrío Naoto mientras me volvía a recostar en la cama

—S-si...

—Bueno pero yo aún no

—P-pero...

—Dame un condón

Obedecí rápidamente y rebusqué en mi cajón. Había comprado condones pero jamás habíamos llegado tan lejos, había comenzado a creer que nunca los necesitaría. Se lo entregué y él rápidamente se lo colocó. Estaba sentado frente a mi mientras yo intentaba controlar mi respiración

—Ven

Me acerqué hasta él como lo había pedido, me sentía algo débil, pero sabía que él aún no se había corrido y quiero que sienta la misma sensación de liberación que tuve yo

—Quiero que te sientes

—¿E-encima de ti?

—Si—ríe

—No te rías...

—Eres demasiado tierna... siéntate

Me acerqué hasta él e hice lo que me pidió. Me senté lentamente mientras sentía su miembro entrar por completo en mi, de nuevo. Tomó mi trasero y comenzó a subirme y bajarme, sus manos me apretaban con fuerza. Comencé a subir y bajar por mi cuenta, de nuevo sentía esa sensación extraña

—Creo que... me voy a... correr de nuevo... ah~

—Yo igual

Comencé a moverme más rápido mientras oía a Naoto gruñir. Tomó mi cintura haciendo que las embestidas fueran más rudas y profundas hasta que nos corrimos. Su cabeza cayó hacía atrás dejando a la vista su torso el cual se inflaba cada vez que respiraba profundo

—M-me gustó...—dije después de que salió de mi

—A mi también—sonríe y se deja caer

Me recosté a su lado y este me abrazó por la cintura. Me alegro de haber salvado tantas veces mi virginidad para entregársela a él... valió la pena cada día

—Me gustas...—dije y él me beso

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