Átame a tu recuerdo

Melania

Me levante temprano, comí frutas, y le pregunte a la señora de cómo podía llegar a la escuela, malísima idea. La facilidad con la que me perdía era sorprendente, así que seguí las indicaciones como las entendí, tome un colectivo y cuando ya llevaba demasiado tiempo le pregunte al señor cual era la calle cinco de mayo, se supone que ahí debía bajar para tomar el otro colectivo.

-Niña esa calle la pasamos desde hace ocho cuadras.

Mi cara de terror fue tan evidente que me pregunto que calle era mi destino, le expliqué, me dijo que estábamos algo cerca, me dio nuevas indicaciones, seguí las calles que el me dijo, pero ya me había cansado, y no veía la escuela por ningún lado, la ventaja era que había salido dos horas antes y aún tenía una hora y veinte minutos para encontrar la escuela.

-Disculpe, me podría indicar donde queda el Centro Universitario Mesoamericano Joaquín Miguel Gutiérrez. Le pregunte a un señor que se encontraba en esa calle.

Vaya para nombre tan más largo pensé.

-Está aquí a la vuelta, no eres de aquí verdad, se nota en tu forma tan cantada de hablar.

-No, en realidad soy de una ciudad que pertenece a Veracruz.

El señor hizo un gesto como de entender que estaba pérdida y cual había sido la razón, fue tan amable y me explico como se dividía la ciudad, aunque para ser sinceros solo entendí la mitad, tenía más prisa por llegar a mi destino. Le agradecí y camine por donde el me había indicado, llegue incluso veinte minutos antes, espere a que abrieran y para mi mala suerte me hicieron recoger mi cabello, ya había quedado mal mi primer día, aunque para ser sinceros ni sabia el reglamento. Después entre a la dirección me habían mandado ahí después de que me recogí el cabello, para darme el reglamento, al parecer se notaba que era nueva porque me preguntaron mi nombre y para mi sorpresa no tenían mi ficha de inscripción, tenía ganas de llorar, acaso me podía ir peor.

-No te preocupes, aun puedes entras, solo trae tus papeles mañana para hacer tu inscripción. Dijo, creo que se dio cuenta de lo mal que la estaba pasando.

Me dirigí al salón que me indicaron, me sentía nerviosa, me senté dos sillas después de la de enfrente y esperé unos diez minutos, los alumnos comenzaron a llegar, me puse más incomoda cuando vi que eran como cuarenta.

Comenzó la clase y la atención paso de mi a los otros dos nuevos alumnos, nos presentamos, me sentí más relajada al saber que no era la única que recién había entrado. Fue el pase de lista, integraron nuestros nombres y para antes del receso ya tenía tres amigas.

Para mí siempre era muy fácil desenvolverme con las personas, aprendí a ser valiente y dar el primer paso, ese que siempre marca la diferencia, aunque sinceramente me ha traído también muchos problemas, por eso evito relacionarme con las personas, me gustan los grupos pequeños y casi nunca salgo de mi zona de confort, pero esta vez debía ser diferente si quería no volver a repetir el mismo pasado.

El día fue demasiado largo, llegue a hacer unas tareas en eso sonó mi celular, era Isacc.

-Hola mi amor, ¿Cómo estás?, ¿Qué tal el primer día de escuela. Pregunto.

-Demasiado cansada, pero que tú no estabas enojado conmigo por venirme a la universidad.

-No, no me enoje, simplemente me puse triste puede que me olvides.

-Sabes que eso jamás pasara, te amo mucho. Aunque me sentí triste, la vez que tú te fuiste a la universidad yo te apoyé y me puse muy feliz porque siguieras tu sueño y no vi la misma respuesta de tu parte.

-Llevamos cinco años es normal que tenga miedo de perderte.

Últimamente Isacc se había vuelto muy apegado a mí, tanto que me asfixiaba, siempre estaba encima de mí y desconfiando de todos mis amigos.

Desde que él se fue a la universidad la relación no era como antes, nos desapegamos mucho, casi yo siempre era la que rogaba por amor, se perdió la comunicación, la confianza, la relación se había vuelto una rutina, y desde que dejo la universidad y le perdone una infidelidad, la relación cambio, deje de interesarme por él, empecé a tener nuevos amigos, terminábamos y regresábamos, incluso yo también le puse los cuernos para que la relación terminara, pero me perdono, empecé a ver sus conductas y la forma tan constante en la que me mentía a la cara, me alejaba de las personas y me aislé de mi propia familia. Pero era tanta la costumbre que permanecimos juntos, solo por los pequeños ratos en que éramos felices. A pesar de todo lo bueno que vivimos, la relación se convirtió en la más toxica del mundo.

Isacc era una de las cosas que quería dejar en mi pasado, y él se daba cuenta, supongo que ahí fue donde empezó a tener este cambio de conductas.

-Bueno mi amor y cuéntame cuando vuelves, ya te extraño.

-Ni siquiera llevo una semana aquí y ya quieres que regrese.

-Que ya no quieres venir a verme, ya no me quieres, tienes a alguien nuevo allá, ya te gusto alguien más.

-No es así, simplemente te estoy diciendo que tardare en ir.

-Bueno dejando el tema, mi hermano me ofreció trabajo en Cancún, pero necesito para mi pasaje, y sabes que ahora no estoy bien económicamente, no se como le voy a hacer para juntar el dinero.

-Pues trabajando.

-Jaja que chistosa, obviamente amor, pero no sé dónde.

-Le puedo decir a mi papa haber si tiene un lugar para ti en su trabajo.

-Enserio, no no lo tienes que hacer.

-Lo hago porque te quiero.

-Está bien, gracias.

Nos las pasamos horas platicando de como me sentí en ese nuevo lugar, de ponerle al corriente de la locura de la mañana y de todo lo que me había pasado, nos reímos porque siempre he sido despistada y eso me ha traído muchos problemas, hablamos de nuestros sueños y de que el podría apoyarme en lo que quisiera, que seguro podría ayudarme a hacer mis tareas, que no dudara en pedirle ayuda, hasta que se hizo tarde.

-Bueno ya me voy a dormir amor, sinceramente ya se me volvió a olvidar como es que llegue ala escuela, así que de nuevo dormiré temprano, para levantarme temprano y llegar a tiempo.

-Jaja bueno amor cuídate mucho que descanses, te amo, sueña con los angelitos y conmigo, pero no me bayas a querer manosear, digo como soy un bombón.

-Jajaja engreído ya duérmete, te amo, descansa.

-Descansa princesa.