Prologo

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La primera vez que Dominick vio a Axel fue en su primer año como estudiante de la Universidad Andrews Lincoln. El alfa de ojos azules profundos se había ido a probar como portero oficial del equipo Halcones cuando noto un joven de ojos azules cielo que entraba a la cancha mirando todo el lugar como un pequeño cachorrito perdido en una extraña dimensión nueva para el.

Decir que Dominick quedo completamente embobado por aquella aura inocente que desprendía aquel alfa era quedar completamente cortos a lo que realmente había sucedido.

El alfa de cabello negro jamás en su vida había sido testigo de un ser tan hermoso como aquella criatura de cuerpo delgado que se había sentado en las primeras gradas con un libro en sus manos. Los ojos azules cielos del pequeño cachorritos se veían brillosos y ansiosos con todo lo que parecía estar sucediendo frente a su visión.

El, un alfa fuerte e imponente, cayó de rodillas frente a lo que parecía ser las puertas del cielo mismo, su alfa había rasguñado de forma tan impotente en su pecho que fue casi inhumano lo que sintió cuando estuvo en presencia del niño de ojos añil y sonrisitas avergonzadas.

Recordaba muy bien como Axel iba vestido.

Llevaba unos jeans negros que se ajustaban demasiado bien a sus largas piernas, una polera blanca simple que dejaban ver un par de tatuajes pintados sobre sus brazos, el cabello rizado color chocolate que caía sensualmente por sobre sus hombros y era sujetado por una bandana color rojo, el cual dejaba en vista las facciones finas pero marcadas del alfa que tenia el cielo en sus ojos y el infiero en sus bonitos labios finos y rojizos.

Dominick jamás en su vida había visto tanta belleza en una sola persona, jamás. Incluso si sabia que su gemelo estaba a unos pasos a su lado, saludando al ojiazul con demasiada euforia.

El hecho de que sean gemelos había sido bastante desconcertante para Dominick, ya que el no sintió ninguna sola atracción hacia Alexander cuando lo conoció una hora más atrás, justo cuando estaban todos llegando a las pruebas de futbol.

No sintió nada, no vio nada que fuera algo que le llamara la atención.

Pero aquel alfa de ojos turquesas lo llamaba tan intensamente que era imposible negarle a su alfa mantener la vista fija en aquel cuerpo delgado que estaba a unos pasos lejos de el. Dominick sentía como todo su cuerpo respondía de forma animal ante aquel macho que era físicamente la belleza misma.

Mío.

Mi alfa.

"¿Sabes lo genial que seria tener gemelos en el equipo?" Un alfa a su lado hablo hacia Alexander, quien alzo su ceja de forma interrogativa mientras alternaba su vista desde el alfa rubio que le había hablado hasta la imagen de su hermano, el cual solo había tenido su vista sobre Alexander "es decir, podríamos jodidamente cagar  al equipo contrario" se rio "confundirlos"

Alexander se rio entre dientes.

"no somos iguales, Jeanne" el chico negó "Axel tiene los ojos azules y el cabello largo" dijo obvio "yo tengo los ojos verdes y el cabello corto"

"¿Axel?" el chico vio hacia el alfa de ojos azules que estaba sentado más allá "¿como Axl rose?"

"Como Alexander en una versión corta" Gruño Alexander haciendo una mueca.

"Hermano celoso, eh?" el chico habló nervioso dando un paso más atrás.

"No tienes idea" Ladro Alexander hacia el alfa de forma grotesca.

Dominick solo pudo desviar su mirada hacia Axel mientras sus ojos lo veían una vez más, con su cuerpo hecho una bolita nerviosa, sus dedos golpeando la tapa del libro que mantenía en su regazo y sus ojos puestos únicamente sobre el cuerpo de su gemelo.

Era jodidamente precioso y tierno.

Era el alfa mas tierno que había visto en toda su existencia. Y Dominick, gracias a su padre, había conocido a muchos alfas a lo largo de su vida, sin embargo, ninguno jamás llego a llamarle la atención como lo había hecho Axel con solo su presencia.

Y Dominick sabia bien lo que significa eso. Su papá, un alfa que había sido padre soltero, le enseño desde muy pequeño el significado de las almas gemelas y siempre le explico que algún día llegaría alguien, sea alfa, beta u omega, que le haría entender porque jamás funciono con nadie más y le demostraría lo que era el verdadero significado de amor, protección y lealtad. Le explico desde que era joven que el día que conociera a esa persona, su vida simplemente cambiaria de una manera hermosa, que obtendría una razón de vivir y respirar. Su padre, Darren Dagon, un alfa que había sido abandonado por su omega después del nacimiento de su segunda hija, siempre le recalco que el compañero de vida era alguien que amarías desde el momento que lo vieras y que seria el principio y fin de sus días, el motivo de su felicidad y su razón de respirar.

Y aunque Dominick jamás creyó en eso por el simple hecho de que su madre había abandonado a su padre.

Y jamás se pudo visualizar con un omega como compañero.

Al final de aquel día, tras haber intentando con cada latido de su corazón que Axel fijara su vida en el, que aquella frase que su padre solía decir era cierta.

"Alma gemela no es casta, cachorro. Alma gemela es la persona perfecta como complemento hacia tu persona"

No era casta.

No era Omega.

Era alfa.

Un bonito alfa de ojos azules que estaba sentado en las gradas, sonriéndole con alegría a su hermano mayor.

Era Axel Styles su persona perfecta.

Soy tuyo (Dominick y Axel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora