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"¿Qué es esto...?" Yagi Toshinori murmuró mientras miraba a la gente que llenaba la calle.
Sintiendo que algo chocaba contra su costado, miró hacia abajo y vio a un hombre vestido con un traje gris que sostenía una bolsa de cuero en una mano y un teléfono celular en la otra. El hombre tropezó y estaba a punto de retroceder, por lo que el rubio le puso una mano en el hombro para ayudarlo a estabilizarse.
"¿Estás bien?". Preguntó.
El empresario miró al extranjero en estado de shock, obviamente nunca antes había conocido a nadie tan grande y musculoso como él. Dándole una disculpa al enorme hombre, se alejó apresuradamente, reanudando su conversación por teléfono.
Pasó un grupo de chicas con uniforme escolar, charlando sobre una nueva pastelería que acababa de abrir en la misma calle.
Una familia de tres cruzó la calle, el niño estaba sentado en el hombro del padre mientras la madre empujaba un carro de juguete. Los dos adultos se reían junto con lo que fuera que el niño estaba parloteando.
Esto no era lo que esperaba cuando se infiltró en la infame ciudad criminal.
Toshinori miró hacia los cinco edificios negros que se elevaban sobre el resto, extendiéndose hacia el cielo como pilares de hierro.
Por lo menos, no esperaba que la ciudad estuviera tan bien cuidada y modernizada. Había imaginado una ciudad donde los civiles vivían en constante terror por los criminales que los gobernaban. Se había imaginado a los malos corriendo libremente en una ciudad extremadamente deteriorada, atacando a la gente solo para entretenerse.
Nunca había esperado que todo fuera tan... normal.
Esta era como cualquier ciudad común y corriente en la que había estado.
No— Toshinori hizo una pausa mientras miraba a su alrededor. Había algo diferente en este lugar que en el mundo exterior. Faltaba algo, pero, ¿qué?.
Después de entrar en un pensamiento profundo... darse cuenta finalmente lo abofeteó en la cara.
"¡Estoy destacando!". Jadeó, de alguna manera logrando mantener su arrebato en un susurro tenso mientras miraba boquiabierto a la gente a su alrededor. En una ciudad de viejos humanos que eran frágiles y de aspecto pequeño, ¡estaba sobresaliendo como un pulgar dolorido! Además de eso, ya que había esperado saltar a la batalla en el momento en que se infiltró en la ciudad, estaba en su forma muscular, ¡haciéndolo más voluminoso de lo normal!.
Toshinori se encogió de hombros como si eso lo hiciera parecer más pequeño mientras se dirigía a la tienda de ropa más cercana. Quizás podría al menos encontrar algo para cubrirse y hacer que se destaque menos.
Por desgracia, Toshinori pronto descubrió la dura realidad mientras arrastraba los pies fuera de los grandes almacenes. Aparentemente, la moneda de Yokohama era muy diferente a la del resto de Japón.
¡Por supuesto que lo sería!, ¡¿Por qué no lo haría ?!.
"¡Shiiiit!". Gritó en inglés, ganándose miradas divertidas de la gente a su alrededor. Sin embargo, en este punto, Toshinori apenas podía preocuparse por las miradas de otras personas mientras trataba de averiguar qué hacer.
No hay forma de que pueda entrar en un banco, eso lo delataría...
"Si estás buscando un banco, está allí". Habló una voz.
Toshinori miró a su alrededor pero no vio a nadie.
"Aquí abajo." La voz llamó de nuevo.
Toshinori bajó la mirada hasta que vio a un joven de cabello negro azabache, chupando una piruleta mientras 'lo miraba'. En realidad, el rubio no estaba seguro de si el chico lo estaba mirando o no, ya que no podía decir si esos ojos estaban abiertos.
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𝐓𝐖𝐎 𝐒𝐈𝐃𝐄𝐒, 𝐒𝐀𝐌𝐄 𝐂𝐎𝐈𝐍 ،𝖻𝗌𝖽 & 𝖻𝗇𝗁𝖺
FanfictionDos Caras, Misma Monera | Traducción Desde el comienzo de los quirks, Yokohama ha anunciado su independencia de Japón y se ha cerrado al resto del mundo. Hasta el día de hoy, nadie sabe qué hay dentro de la ciudad de Yokohama, o eso fue lo que se hi...