Maldita sea, Joely.
Está conexión que tenemos es tan única y especial, pienso en ti todo el tiempo como sé que tú también lo haces conmigo.
Estamos a muchos kilómetros de distancia y aunque no hablamos sé que estás conmigo siempre y yo contigo.
Te siento cerca y a la vez tan lejos de mí.
Ojalá pudiera tener tu cara frente a mí y poder acariciarte, decirte lo mucho que te amo y besar tus dulces y pequeños labios. Tocar y sentirte parecería como un sueño pero confío que no lo es, algún día no muy lejano estaremos así, piel con piel.
Por hoy me toca extrañarte y pensarte, pero no te me escapas, Joel. Permaneces a mi lado siempre... para bien o para mal.
He deseado tanto que tus manos toquen mi piel que cuando lo hagas no sabré qué hacer.
Llámame, escríbeme, lo que sea pero déjame escuchar tu voz diciendo lo mucho que lo sientes y lo tanto que me amas.
Joel, no dejes que me rinda.