Born Gifted | Minsung

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Quedamos alguna vez en los descansos. Yo le veía haciendo arte, él intentaba mostrarme una historia detrás de las obras pero nada ayudaba. Su obra para la tarea ya estaba terminada y era hogar decía.

Yo no la había empezado. Yo simplemente no sabía que debía dibujar o pintar.

Todas las veces que intentaba hablar a Minho como una persona normal me esquivaba. Eso dolía un poco porque en serio trataba de hacer que me hablara.

Me frustré. Tenía una clase libre y por alguna razón sabía que Minho también la tenía. Supuse que estaría en la habitación de arte y de verdad le encontré allí. Pintaba una obra con acuarelas y no se dio cuenta de mi presencia. 

Me acerqué más para tener una mejor vista de la obra y Minho lo notó. "¿Jisung? ¿Qué quieres?", preguntó, concentrado. "¿Por qué me odias tanto?", pregunté de nuevo. "No me molestes", dijo levantándose. "Nos vemos", murmuró y salió del lugar.

Rodé los ojos y le eché un vistazo al lienzo. Esta vez realmente vi algo en la obra.

Mostraba a dos chicos, besándose. Pero sentí algo extraño. Observé la obra un poco más y también salí.

El descanso del almuerzo empezó y busqué a Minho. Cuando le encontré me puse justo delante de él. "Ahora puedo expresar arte", dije serio. Él me miró y esperó a que dijera más.

"Tu nueva obra, hay dos chicos besándose", empecé. "Parece que están enamorados. ¿Somos nosotros, cierto?", pregunté. "Nosotros no nos hemos besado y no te voy a besar, tampoco estoy enamorado de ti. Pero cuéntame más", contestó sin mirarme.

"Seguro que somos nosotros. El chico de la izquierda lleva mis pantalones y el de la derecha los tuyos. Pero el chico de la derecha, que te representa, mantiene una pequeña distancia. Cuando estás enamorado de alguien lo quieres lo más cerca posible, pero el chico de la derecha no quiere que el de la izquierda esté cerca. Pero también quiere besarle", finalicé. Minho solo rodó los ojos. "Me alegra que lo intentes lo mejor que puedes pero detén mierda".

"¿Mierda? Minho, me gustas y sé que yo también te gusto. ¿Por qué tienes tanto miedo de decírmelo?", pregunté empezando a ponerme histérico. "No me gustas", murmuró y estallé.

"El fondo de la obra es marrón, igual que toda la mierda que haces. ¡Ya dije que también me gustas!", había tenido suficiente. Quería irme, pero él se levantó y me detuvo. "Para Jisung, espera", dijo y me acercó más a él.

Toda la cafetería se quedó en completo silencio mirándonos. Yo solo le observé confundido. "Lo siento, tienes razón. Es solo que soy pésimo para encontrar las palabra correctas. Tú puedes decir tus sentimientos tan fácilmente y hablar con las personas no es difícil para ti, pero para mí es muy complicado. Estoy atrapado en el arte".

En ese momento me besó y yo le correspondí, sin importar que los demás nos estuvieran viendo.