Hace buen día, cuando salgo noto como una atmósfera de calor sofocante sobre los poros de mi piel y pienso ''Bien, hace calor, así sudare más ´´.Normalmente voy a la playa a correr pero hoy me apetece ir al parque, porque con este calor seguro, seguro que hay un montón de gente en la playa y seguro que se reirán de mi. Me dirijo al parque. Cuando llego al parque me encuentro a un parque pelado, los jardineros han podado hasta los arbustos, como se nota que ya se acerca el vernao. Entre los trabajadores inmigrantes hay un chico de unos 17 años me llama la atención. Tiene ojos claros verdes, el pelo moreno y largo pero no en plan chica, Está sudado, eso me permite ver sus definidos pectorales y sus hermosos brazos. De repente se quita la camiseta es ahí donde puedo observar con mayor claridad su hermosísimo y fortísimo cuerpo de hombre con barba y no de adolescente con acne. Al tiempo nuestros ojos se cruzan y el alza una hermosa sonrisa, blanca como la más pura nieve me doy cuenta que se está riendo de mí, seguro que es porque estoy gorda, y él se sige riendo. Cuando paro de babosear me doy cuenta que he pisado una mierda. ¡Oh no! Justo ahora me doy media vuelta y salgo coriendo en dirección contraria a él, se me forma un nudo en la garganta y cuando creía que me hiba a morir noto que algien me toca la espalda.
-No te voy a comer, hoy es martes hoy no me toca humano.-dice él con un tono irónico y a la vez despectivo porque no hay que ser muy lista para saber que te esta llamando gorda en tu puta cara.
-¿Que quieres?.-le contesto cortante
-Nada solo darte tu pulsera que se te ha caído y acompañarte a la fuente que esa mierda es fresca y no huele muy bien.
Creo que está ligando conmigo. No estoy segura porque nadie lo ha intentado.De todas maneras no se lo voy a poner facíl aunque me guste mucho
-No necesito tu ayuda y gracias por la pulsera.-Eso ha sonado cortante hasta para mí.
-Insisto. Son mis 5 minutos libres.- Dice él riendose.
Esbozo una sonrisa y mientras me pongo mi pulsera nos dirigimos a la fuente. Una vez allí en coje un palo y con el chorro de agua me intenta quitarme la mierda.
-Me llamo Lorenzo.-Me dice mientras frota.
-Yo Clara.
Cuando termina nos sentamos en un banco. los dos muy distantes, eso si.
Tras preguntarme choradas y choradas mira el reloj de muy mala calidad, tras poner una cara de asombro se lebanta como un resorte del banco.
-Me tengo que ir, lo siento. Dame tu teléfono y nos llamamos.-Dice él muy directo.
-El mio es 256398456.-Le digo. No se porque se lo dí no le doy el número a nadie.
-Yo ya te llamo y guardas mi número.
Se calla me mira a los ojos y tras un largo silencio con la orquesta sinfónica de nuestros corazones de fondo se acerca a mis labios con sutileza y ocurre lo esperado.