El sentimiento devastador que llega en compañía de la soledad, arrasa todo lo que hay en él.
No tiene a nadie, no hay nada para él en este mundo.
Solo tomó la decisión que creyó correcta para defender aquello que permite un luz permanezca encendida...
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¿Roto? ¿Qué significa estar roto? ¿Por qué él lo está?
—Estás roto, Theo.
—¿Lo estoy?...
Sabe perfecto que respuesta es y aún así se niega a pronunciarla en voz alta.
Pocas veces pensó qué tan roto está. Bueno, en realidad fueron demasiadas veces, pero todas tenía la misma respuesta.
Una nefasta respuesta.
La primera vez que lo notó fue después de obtener todo el poder de un cambia formas y enterrar en el olvido los inmensos grados de dolor que conoció realmente no obtuvo nada, solo decoraciones para su cuerpo: unos colmillos que adornan su dentadura, unas feas garras que quitan lo hermoso de la piel de sus manos y unos ojos que parecen molestas luciérnagas brillando doradas.
Eso no era lo que quería, aunque fue mínimo aquello, él terminó notando una pequeñísima parte.
Luego estaba el hecho más decepcionante, pues matar a su hermana tampoco le trajo nada, se supone que al menos debía apreciarla y cuando la veía agonizar dentro de la fría agua nada pasó, su corazón no se vio afectado. Él no la extraño los días siguientes.
Y eso es decepcionante para alguien que quiere entender su humanidad, si es que la tiene.
El trasplante de corazón más allá de convertirlo en una quimera genética que era objetivo de los locos doctores, también sirvió para Theo, comprobó que a pesar de cambiar su corazón "defectuoso" por el de su hermana fue un desperdicio de esfuerzo y tiempo.
Y decidiría no volver a cambiar algo de su cuerpo pues sí aquello que buscaba no era físico para que torturarse con cirugías. Entonces se concentró en "los sentimientos".
En dañar los sentimientos de alguien más para entenderlos. Causar sufrimiento era divertido.
Los años venideros no fueron mejores. Su búsqueda de eso que supone nos hace humanos no dio frutos. Continuó asesinando pensando que en algún momento funcionaría.
¿Cómo demonios pensó aquello? Estaba matando completos desconocidos sin un lazo a él.
Y desde su lugar él no se considera una especie de asesino en serie que encuentra una satisfacción al asesinar, no, él era solo un barco viajando de puerto en puerto en busca una brújula dorada que diga "Este es tu camino, síguelo".
Entonces los doctores ofrecieron volver a Bacon Hills y él aceptó con la idea de la extraña cuidad siendo la clave de una incansable búsqueda a algo intangible ni entendible. Un puerto más que visitar.
