My love for you [Dekukatsu]

[I] Hace mucho tiempo...

Hace mucho tiempo, bueno, unos 20 años atrás. Inko Midoriya se caso con el principe Toshinori Yagi al frente de sus amigos más íntimos. En lugar de irse de luna de miel, Toshinori creo una preparatoria llamada U.A. Junto a todos los villanos y sus secuases, es decir, toda la gente interesante, y los envio a la Isla de los Perdidos. Sin magia, sin wi-fi, sin salida. O eso creía.

Esperen idiotas, ya nos conocerán.
Pero antes, ésto pasó.

– ¿Cómo es posible que te coronen el mes que viene?– Preguntó el rey de pelos rubios.– ¡Eres solo un bebé!– Dijo.–

– Va a cumplir 16, mi amor.– Dijo la señora de pelos verdes.–

– Papá.– Dijo el pecoso.–

– ¿Dieciséis?– Dijo sorprendido.– Es muy joven para ser rey. Yo no tomé ninguna buena decisión hasta los 42.–

– ¿Eh? Decidiste casarte conmigo a los 28.– Dijo la peli verde sorprendida.–

– Eras tú o un tipo de pelo blanco.– Sonrió.– Era una broma.– Le dijo a su esposa.–

– Mamá, papá...– El pecoso se detuvo a causa del costurero que tenia a su lado.– Ya decidí cuál será mi primera proclamación oficial. Decidí que los niños de la Isla de los Perdidos, tengan la oportunidad de vivir aquí en la U.A.– Dijo mientras sus padres le veían sorprendidos.– Cada vez que veo la isla, siento que han sido abandonados.– Camino hasta donde sus padres–

– ¿Que los hijos de nuestros enemigos vivan entre nosotros?.– Preguntó Toshinori.–

– Primero, comenzaremos con algunos, los que necesitan más ayuda. Ya los elegí. – Sonrió–

– ¿Sí?– Camino hacia su hijo.–

–Yo te di una segunda oportunidad.– Dijo la madre hacia el rubio de gran altura.– ¿Quiénes son sus padres?– Preguntó.–

– Mika Jirou, Isao Hanta, Hikari Kirishima... y Mitsuki Bakugou.– Dijo el de pecas.–

– ¿¡Mistuki Bakugou!? ¡Es la peor villana!.– Dijo el padre.–

– Papá, solo escuchame...– Dijo el pecoso.–

– No quiero oír ni una palabra. Son culpables de delitos horribles.

– Papá, sus hijos son inocentes. ¿No crees que merecen una vida normal?– Exclamó.– ¿Papá?.–

– El rubio y su esposa se miraron– Supongo que sus hijos son inocentes.– Camino hacia otro lado.–

– Bien hecho.– Dijo la madre mientras arreglaba el traje del pecoso.– ¿Vamos?– Le dijo a su esposo mientras se iba.

El pecoso se quedo mirando hacía su ventana, la cual daba hacia la Isla de los Perdidos.

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