Planes

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Ese día no pude dormir bien, tenía una mezcla de sensaciones por tenerlo a mi lado, no se confundan, yo lo detestaba mucho, demasiado de hecho, pero lo tenía demasiado cerca para ignorar su belleza, era perfecto, eso me dificultaba odiarlo tranquila, y eso me molestaba mucho.

-Deja de mirarme Madeleine, se que te encanto pero no puedo dormir si me estas viendo como psicopata.- dijo cortante.

-¿Qué?, no te estoy mirando, y tienes los ojos cerrados no podrias notarlo de todas formas- dije intentando disimular.

-No te hagas la loca y ya deja de hacerlo, no es tan dificil, bueno si, soy jodidamente sexy- dijo para luego darse la vuelta, yo hice lo mismo e intente dormir.

Me había quedado dormida y como 2 minutos despues sentí como Jake me rodeo con su brazo.

-¿Que haces imbecil?- dije sin recibir respuesta pues el ya estaba dormido así que no que no me quedo de otra que dejarlo así.

Me puse nerviosa, pero llegó el momento en que no me incomodó y logré quedarme dormida, al otro día que desperté el ya no estaba ahí, se fue sin dejar rastro alguno, en cambio estaba Nathan acomodando el desayuno en una mesita.

-Buenos días Sol, te lo prometí y aquí está, no tendras que comer comida de hospital linda- dijo acercandme la mesita con la comida a la cama.

-Gracias Luna, se ve delicioso, ¿Cómo te fue ayer en lo de la empresa?- solté intentando disimular que quería sacarle información al respecto, pero lo notó e inmediatamente su sonrisa se borró.

-Bien, es lo unico que te puedo decir, sabes que no nos gusta hablar de eso- .

-Entiendo, no te presiono- y si, la verdad no lo iba a presionar, pero iba a averiguar de donde hacían dinero, no sabía como aún pero lo haría, jamás me quedo tranquila hasta que consigo lo que quiero.

-Y... ¿Donde esta Jake?- dijo mientras comía de su comida.

-Emm la verdad no sé Nate- era el diminutivo de su nombre, solo lo usabamos las personas cercanas a el.

-¿Cómo?, ¿El hijo de puta te dejó sola entonces?- bramó.

-No, el durmió aquí de hecho, pero cuando desperté ya no estaba así que no sé donde está.- por favor que no me pregunte más al respecto, era todo lo que podía pensar en el momento.

-Debió esperar a que yo llegara, pero jamás puede hacer nada bien, no le costaba nada, pero bueno ya no hablemos de el, ¿Cómo te sientes?, ¿Dormiste bien?- .

Dios estaba muy aliviada de que no preguntara más sobre el tema. -Bien, y bien, espero poder irme hoy-.

-Espero así sea, Maddy llamé a tu madre y le explique lo que pasó, dijo que cuando salgas del hospital te quedaras en nuestra casa, así que eso haremos, Nathaly también vendrá para que te sientas más comoda, ¿Ok?-.

No podía ser cierto lo que estaba escuchando, ¿Yo en la casa Mikaelson?, ¿Tenía que compartir más espacios con Jake de los necesarios?, eso no me divertía, pero sabía que no tenía otra opción, debía hacerlo.

-Fabuloso, estoy que salto de la emoción, yay.- dije sarcástica.

-Se que no te gusta la idea pero es lo mejor, debemos cuidarte- dijo mirandome con compasión.

Mientras terminabamos nuestras comidas entró una doctora a la habitación, ambos la mramos atentos esperando respuestas.

-Buenos días Madeleine, te monitoramos la noche anterior y esta todo en orden, no sufriste lesiones neurologicas, tu corazón está bien también, y no tienes fracturas, todo está correcto así que ya se puede ir, vendrá una enfermera retirar sus intravenosas, firmas el alta y te puedes ir- sonrío y salió de la habitación.

Sin Perdernos El RastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora