𝗕𝗲𝘁𝘄𝗲𝗲𝗻 𝗕𝗼𝗼𝗸𝘀 《𝖪𝗈𝗈𝗄𝗃𝗂𝗇》[Proximamente]

P R O L O G O

❝ ✑ ❞   

A Jeon Jungkook le encantan las mujeres, definitivamente no podría vivir sin ver mujeres. Sin ver pechos grandes y piernas largas y tersas. Bien podría ser llamado un pervertido pero no está mal ver solo por ver. O eso pensaba él.

Jungkook no era sexualmente activo por así decirlo. Se excitaba de solo ver un par de curvas femeninas, pero solo era eso. Solo excitación. Había intentando tener sexo, pero al momento de entrar y penetrar a la mujer, se desinflaba, toda emoción desaparecía. Parecía un globo pinchado. Es así como su vida sexual empezó a deteriorarse. Pensó que solo era que esa mujer tal vez no era la correcta. Ojalá y hubiera sido así, había perdido la cuenta de con cuantas personas lo había intentado. Era lo mismo en cuanto quería penetrar toda emoción se iba, desaparecía. Solo recordar su primera vez le daba vergüenza. Tenía apenas veinte años y decidió tener sexo con una linda chica de su clase. Tenía un cuerpo perfecto. Delgada, pálida, largas piernas, lindo rostro, gran trasero y lo más llamativo, un voluminoso busto.

Era perfecta en pocas palabras. Así si que estaba decidido a tener sexo con ella. Al principio todo parecía ir bien, los traviesos y calientes besos. Manosear por todos lados. Y el alcohol en sus sistemas ayudo mucho en esta situación. Estaba preparando, era el momento. En cuanto termino de estimular a la chica, Jungkook se adentro y todo se fue. Toda la euforia y la emoción desapareció. Su pene literalmente se desinfló dentro de ella. Pero la chica pareció no notarlo, pero Jeon ya había perdido toda la emoción así que salió de ella y con toda la vergüenza del mundo se colocó su pantalón como pudo y le dijo " no eres tu soy yo" y diciendo eso se fue frustrado de ese lugar. Esa fue una de sus desastrosas experiencias en la cama.

No sabía lo que ocurría, tal vez no era la chica correcta. O tal vez no era lo suficientemente atractiva. Cualquiera que fuera la razón necesitaba una explicación y rápida. No podría seguir viviendo de masturbarse a diario. Algún día terminara sin mano si seguía ese ritmo.

No le interesaba en absoluto la Biblioteca Central pero por ocurrencias de la vida y favores a su primo entra y se encuentra con algo exquisito. Más bien una chica muy hermosa, de espaldas se nota que tiene buen cuerpo. Y una cintura tan estrecha y bonita.

Como el pervertido y coqueto que es, se acerca a conocer a la linda chica de bonitas piernas.

Lo que no sabía era que

Primero era un chico no una chica y segundo...

Era el bibliotecario.

Un amargado y guapo bibliotecario.