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Ahí estaba de nuevo Ryujin levantándose por el sonido del camarote de Lia, hace menos de dos semanas que las chicas habían aceptado cambiar de compañeras de habitación dándose cuenta que lo mejor era que las futuras madres estén juntas y para ese ...

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Ahí estaba de nuevo Ryujin levantándose por el sonido del camarote de Lia, hace menos de dos semanas que las chicas habían aceptado cambiar de compañeras de habitación dándose cuenta que lo mejor era que las futuras madres estén juntas y para ese momento la rubia ya conocía muy bien el sonido de los resortes de la cama de la mayor cuando tenía que ir de emergencia al baño.

Aún con los ojos cerrados bajo de la cama, por obra y gracia de un ser superior no tuvo ningún paso en falso en los escalones y llegó sana y salva, para dirigirse al baño donde una imagen ya familiar la esperaba

El pequeño cuerpo de Lia se agarraba a la taza del inodoro como si su vida dependiera de eso, y así era, estaba expulsando todo lo que había cenado la noche anterior, más que un bebé parecía tener un virus o un parásito, empezaba a cansarse de eso

En completo silencio la rubia se acercó, colocándose en cunclillas a su lado para hacer lo de siempre, sujetar su cabello y frotar pequeños círculos en la espalda de la mayor, no sabía si funcionaba, pero hasta el día de hoy Lia no se había quejado, así que algún bien debería estar haciendo

Unos minutos después todo había terminado y Lia se giraba agotada para caer sentada al suelo tomando por sopresa a Ryujin quien también cayó

-Sobrevivi...-dijo Jisu con un hilo de voz volteando a verla, trataba de sonreír y sus ojos estaban achinados, pero ella sabía que estaba agotada

-No puedo creer que en momento así hagas bromas-se puso de pie limpiando el polvo de su pijama para después extenderle una mano a la mayor

-Aun tenemos un par de meses, deberías tomartelo con gracia-le respondió Lia aceptando su ayuda para ponerse de pie

-No cuando te veo así y tengo básicamente el corazón en la boca

Lia camino hasta el lavamanos, todo bajo su atenta mirada, como era constumbre en ella le brindo su típica sonrisa dulce, dándole a entender que el tema ya estaba sanjado

-¿Qué hora es?

Ryujin miro su muñeca dónde traía un pequeño reloj

-Son las cinco de la mañana

-Ya no sirve de nada volver a dormir-la castaña escupió la pasta de dientes y se enjuago

-Pero Lia Unnie, debes descansar-le recriminó la rubia

-Lo que debo hacer ahora es desayunar, me muero de hambre-se quejo

La rubia puso los ojos en blanco, solo a su unnie le podía dar hambre después de vomitar, pero no la culpaba, debía tener el estómago vacío y con un pequeño en crecimiento, si no tuviera hambre debería ser preocupante

-¿Quieres que prepare el desayuno?-se ofreció inmediatamente conociendo lo floja que era Jisu al momento de cocinar, todo porque no le gustaba lavar, sintió un escalofrío recorrer toda su columna vertebral al recordar el jamón de microondas que había hecho

Un Pequeño Gran ProblemaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora