On My Block (Óscar Diaz "Spooky) Editando

10 Semanas despues

Durante las vacaciones no estuve mucho en contacto con Ruby y Jamal, debido a la mala señal de donde nos encontrábamos, pero si había recibido varias noticias. Una de ellas es que Monse había perdido su virginidad con Cesar, y este la reclamo como suya ante los Santos. El que Cesar se estuviera comportando así, me era extraño. Ya que Cesar no solía tener comportamientos así, a no ser que su hermano Oscar estuviera rondándolo. Se me ocurrió la idea de preguntarle a los chicos, pero estos negaron diciendo que no sabían nada sobre Oscar.

En el campamento había conocido a un chico, Daniel. Era como la perfección en persona. Atento, cariñoso, amable. Y me gustaba, el único problema. Vivía en Bretnwood. El barrio de los niños ricos y mimados. Por un momento pensé que Daniel era así, y que solo para convencerme me mostraba otra versión, pero con las semanas, me fui dando cuenta de que no es así.

Monse y yo llegamos a Freeridge por la noche, ya que el camino había sido demasiado largo. Mande a Monse directo a dormir ya que mañana tendría orientación. Ella no me puso peros y subió, en cambio yo saque mi celular y llame a Daniel.

-Hola hermosa.-Sonreí.

-Hola, solo quería avisarte que ya llegamos a casa.

-Eso me agrada, hermosa. Yo también recién llegue, me hubiera gustado que nos fuéramos en el mismo auto, así para asegurarme de que llegaras con bien.

-¿El niño de Bretnwood se subiría a un taxi?-Me burle de él.

-Cariño, me subiría al mismísimo camión de basura. Lo que sea por ti.

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Me desperté temprano para tener el desayuno listo para Monse, mientras pensaba en Daniel. Cada que lo hacía sentía un revoltijo en mi estómago y me provocaba una sonrisa. Me hacía feliz.

-Buenos días.-Monse me saco de mis pensamientos.

-Buenos días.-Le conteste mientras me daba la vuelta para entregarle su desayuno.-¿Te iras vestida así?-Trate de disimular que en cualquier momento iba a reír, ya que a Monse no parecía importarle su vestimenta, pero las bubis le habían crecido exageradamente en el campamento, y ahora su vestimenta las dejaba casi al aire.

-Si. ¿Qué tiene de malo con que vaya vestida así?-Me pregunto confundida.

-Bueno, te crecieron las bubis. Y estamos en el barrio menos indicado para que te vistas así.-Sentí que me había escuchado mal.-Pero sabes que, es tu decisión. Tú decides que ponerte.-Me senté incomoda en la cama.

-¿Gracias?-Sonrió un poco confundida.-Oye, si Cesar me pregunta si conociste a un chico, le diré la verdad.-Mire de reojo a Monse, ella aun no sabía lo que el joven de los Diaz había hecho.

-No es necesario. No le tenemos que dar explicaciones a nadie.-Ella asintió.-¿Quieres que te lleve? Daniel vendrá por mí y saldremos.

-No, iré a la casa de Ruby.-Monse termino de desayunar rápido para poder irse mientras que yo me cambiaba de una manera decente ya que no sabía bien que haríamos Daniel y yo. Tocaron la puerta y corrí hacia ella para abrirla.

-Hola Daniel.-Sonreí.

-Hola hermosa. ¿Lista?-Asentí y salí de mi casa para caminar hacia su auto.

-Sinceramente no puedo creer que hayas venido por mí.

-¿Por qué?-Me pregunto confundido.

-Bueno, el barrio... ya sabes.-El rio un poco y puso su mano en mi mejilla.

-No importa hasta donde tenga que ir a verte, lo hare.-Se acerco para besarme y puse mis manos en su cuello. Me sentía en el cielo, con todas esas mariposas que sentía en el estomago, esa adrenalina que fue disparada por mi cuerpo y hacía que mi corazón se acelerara. El sonido de un auto quemando llanta nos hizo separarnos, y lo mire. Oscar Diaz, es su hímpala. En su cuello tenía tatuada una cruz, y debajo de su ojo una lagrima. Desvié mi mirada hacia Daniel y sonreí.

-Vámonos.

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Ya en la noche Daniel me llevaba hacia mi casa, pero una llamada desvió nuestro camino. Monse se había enterado de lo que Cesar dijo y se fue a confrontarlo.

-No es necesario que me lleves, Daniel. Es la casa de los pandilleros del barrio.

-Con mayor razón. No te dejare sola.-Sonreí. Al llegar a la esquina, pude ver como Monse tumbo a Cesar de su patineta y se ponía sobre el para golpearlo. Daniel acelero y estando frente a la casa me baje rápido para evitar que todo eso pasara a mayores.

-¡Maldito cobarde!-Monse le grito mientras todos se reían de la situación.

-Monse.-Le grite

-¡Pelee por ti! Te apoye, ¿y me humillas por estos putos?-Monse siguió golpeándolo molesta.

-Esa hyna es salvaje.

-Dile a tu perra que no ladre.-Los comentarios que hacían hacia Monse comenzaban a molestarme. Tome a Monse del brazo y la pare.

-¡Suéltame!-Me grito.

-Tranquila o te ira mal.-Mire al dueño de la voz, Oscar Diaz fumando de un porro mientras disfrutaba el espectaculo que mi hermana dio ante los Santos.

-Cállate, puto.-Monse le dijo. Tome a mi hermana de los hombros y me acerque a Daniel, que también se encontraba cerca. Este la tomo de los brazos y la llevo al auto.

-Vaya, esta hyna esta buena. ¿de dónde salió?-Los comentarios comenzaron ahora hacia mí. Pero decidí ignorarlos y caminar hacia el auto mientras miraba a Cesar de reojo y negaba.

-Esa perra está loca, pero por ella, puedo tolerar a la hermana.

-¿Qué dijiste?-Me devolví hacia los pandilleros, Daniel se acercó tratando de que no fuera a hacer un escandalo.

-Dije, esa perra está loca. Pero por ti nena, puedo soportarla.-No me contuve y le solté un golpe en la cara.-¡Maldita perra! Te vas a arrepentir.-Lo tome de los hombros y le di un rodillazo en sus partes bajas, provocando que este caiga. Daniel me tomo de la cintura y nos acercamos al auto.

-Sofia.-Nos giramos.-Que les quede claro, no pueden venir a mi casa y hacer un escándalo, o abra consecuencias.

-¿Consecuencias?-Me burle de el.-Consecuencias abra para ustedes si no dejan de ser unos malditos abusivos. Y si intentan algo, tengo pruebas de todos ustedes, de sus crímenes. Y los voy a refundir en prisión.-Oscar Diaz suspiro y asintió.

-Los de Bretnwood no pueden estar en Freeridge.

-Daniel es mi novio. Así que sí, yo no miro ningún inconveniente.