Tales of Herding Gods [ 1 ]

Capítulo 46: ¡Dragón!

Qin Mu extendió la mano para agarrar uno y con cuidado le dio un mordisco. Tenía un sabor picante que era más picante que los fuertes alcoholes de Butcher. En su estómago, había una sensación de ardor, lo que hacía que su qi vital estuviera anormalmente activo.

Al hacer circular su qi vital, en realidad sintió una energía medicinal similar a la píldora de refuerzo de vitalidad que podría aumentar su cultivo de qi vital, sin embargo, no tuvo tanto efecto como la píldora de refuerzo de vitalidad.

"¿Es esta criatura una planta o un animal?"

Qin Mu agarró algunos más y vio que estas criaturas no tenían ojos, extremidades ni orificios. Necesitan usar sus tentáculos en forma de bigotes para absorber los nutrientes del musgo, por lo que no puede determinar si son plantas o animales.

Solo se comió uno mientras Hu Ling'er seguía saltando y comiendo hasta su contenido.

Caminando más abajo, el aire se volvió más frío. Sin saber qué tan lejos iban, podían escuchar el sonido del agua que goteaba. Había un arroyo pequeño y claro que salía de la pared de la montaña. Había unos pocos peces enormes sin ojos viviendo en el estanque al final del arroyo. Los pocos peces enormes también emitían un resplandor fluorescente. Si querían cruzar, tendrían que atravesar la piscina para llegar al otro lado.

"¡Estos enormes peces son muy feroces, se abalanzarán sobre cualquier sonido que escuchen y son muy poderosos!"

Hu Ling'er susurró: "¡Tiraré el guijarro para distraer a los peces y aprovecharemos la oportunidad para apresurarnos!" Una vez que le contó a Qin Mu su plan, agarró una piedra con su pata y la arrojó con fuerza lejos.

Cuando la piedra golpeó la pared, los pocos peces enormes sin ojos saltaron del agua y movieron la cola en el aire. ¡Sus cuatro aletas se abrieron como cuatro alas anchas y se lanzaron hacia la ubicación del sonido!

"¡Ahora!"

Hu Ling'er guió a Qin Mu y corrió hacia el otro lado de la piscina. En la prisa, el joven escuchó algunos crujidos y vio al pez extraño chocar contra la pared y ¡mordió algunos agujeros enormes en la pared con sus bocas feroces!

Las rocas de la montaña excepcionalmente duras eran como tofu en la boca. Si muerden a un humano, ¡las consecuencias serían demasiado horribles para contemplarlas!

Mientras el humano y el zorro corrían hacia el otro extremo de la piscina, los pocos peces extraños escucharon el sonido de pasos y agitaron sus aletas para girar en su dirección, ¡corriendo hacia ellos!

"¡Sígueme, joven maestro!"

Hu Ling'er corrió hacia el pasaje en el otro extremo de la piscina en un instante y Qin Mu lo siguió. ¡El pasaje no era ancho, por lo que los pocos peces enormes no podían volar y tuvieron que usar sus cuatro aletas como patas para correr detrás de Qin Mu y el pequeño zorro en el pasaje!

"¿Siguen siendo peces?"

El cuero cabelludo de Qin Mu se entumeció y rápidamente siguió a Hu Ling'er. El pez extraño los persiguió por una distancia y regresó a la piscina para esconderse después de que no pudieron alcanzarlos.

Qin Mu dejó escapar un suspiro de alivio. El camino frente a ellos se ensanchó gradualmente y pronto entraron en una cueva en forma de trompeta. De repente, la luz del sol sobre olas cristalinas brilló sobre él, haciéndolo mirar hacia arriba y estar aturdido.

Sobre su cabeza, fluían olas y olas de agua. Podía ver bancos de peces nadando sobre él e incluso una enorme tortuga dorada. Había un pez enorme que era como un bote pequeño y también una bestia de río de gran tamaño.