VI

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Todos en la mesa se quedaron en silencio y demasiado incómodos después de lo sucedido, el padre de Hoseok no volvió a pesar de que la señora Jung había ido a buscarlo dos veces.

Jimin no supo que tan buena idea fue el haberle hablado de esa manera a su suegro, pero es que Jimin nunca se quedaba callado, el señor lo había hecho enojar, por supuesto que no se iba a quedar callado.

Mientras seguían comiendo, de pronto la señora Jung tomó el plato de su esposo y sus cubiertos y entonces se puso de pie con ellos en mano.

—Mamá, ¿qué haces?... —Le habló Han.

—Tu padre necesita terminar de comer, le llevaré su comida —Explicó su madre.

Sin más, se dirigió hacia las escaleras para subir hasta la habitación donde se encontraba su esposo.

En la mesa, el ambiente aún se sentía incómodo, incluso el más pequeño de ellos, quien siempre se la pasaba hablando en la mesa, estaba muy callado.

Entonces, un gran suspiro pesado de parte de Han se escuchó.

—Jimin —Le habló y el aludido lo miró con atención. —Lamento todo esto, mis padres tienen ideas muy anticuadas —Le sonrió.

—Descuide hyung-nim, estoy bien —Le sonrió de vuelta.

Hoseok se sentía mal por no haber logrado tener una comida sana para presentar a su pareja.
Pensó que por primera vez sus padres podrían al menos fingir interés, pero no, al contrario, todo había salido muy mal.

—Hoseok-ie —Escuchó la dulce voz de su novio.

Volteó hacia él y notó que lo miraba con preocupación.

—¿Sí?

—Todo está bien —Tomó una de sus manos y le sonrió.

Sí, definitivamente Jimin era un ángel, el más bonito y lindo que le pudieron haber mandado.

Hoseok le regresó la sonrisa, aún sabiendo que las cosas no iban a estar bien como Jimin decía, pero le creía, porque jamás podría desconfiar de alguien tan puro como Jimin.

—Bien, Jeongin-ssi —Le habló Jimin al menor sin soltar la mano de Hoseok.

El menor, quien todo ese tiempo había estado callado y dedicándose solamente a su comida, alzó su vista y lo miró.

Jimin le sonrió de la manera más amable que podía y por alguna razón Jeongin no se sintió tímido de hablarle.

Jisung miró aquello y cuando su mirada se cruzó con la de su hermano le hizo una seña de "este chico es genial", y Hoseok sonrió orgulloso de su novio.

Pronto, Jimin comenzó a platicar con Jeongin sobre distintas cosas, hasta que el tema principal fueron los video-juegos, ambos amaban jugar video-juegos y pasaron hablando de eso todo el rato mientras que Han y Hoseok solo los miraban.

Las horas pasaron, en todo ese tiempo, la señora Jung no volvió a bajar y Jisung se había encargado de hacer sentir un poco cómodo a su cuñado y a su hermano.

Al llegar la noche, Hoseok supo que era momento de llevar a Jimin a su casa.

—Disfruté mucho pasar el rato con ustedes —Les dijo Jimin a Jisung y Jeongin.

—Igual nosotros, ha sido un placer conocerte Jimin-ie, espero vernos de nuevo —Respondió Jisung.

En ese momento, la señora y el señor Jung bajaron las escaleras y se encontraron con los cuatro chicos en la entrada de la casa, pues Hoseok y Jimin estaban a punto de irse.

My Tear -민에Donde viven las historias. Descúbrelo ahora