Ada es una chica de secundaría que lleva una vida de mudanza tras mudanza en esta ocasión se muda a Canadá a la ciudad de Edmonton, una ciudad grande, su casa algo mas grande de lo normal pero acogedora, pero hay algo o alguien raro en su habitación...
-Ada.... ¡Eres mas pervertida de lo que pense!-bromeo.
Yo no me aguante y empecé a reír, abrazándola diciéndole que lo sentía, Atenea reía conmigo, reíamos tanto que llorábamos de la risa.
Al día siguiente desperté en la posición mas de novias que podría existir, estaba durmiendo con Atenea abrazándome y yo a ella, su cabeza sobre mi hombro y su ligero cuerpo sobre el mío. No Quería levantarme pero mi alarma no paraba de sonar, y la quiero apagar.
-Atenea-llame-Atenea-repetí-¡Ate-
-¡Ada estoy aquí!-interrumpió mi llamado- ¡No me tienes porque gritar!
-Perdón okey-dije pesadamente.
-¡Deja de molestarte!-demando-, mira a veces soy así, me enoja que grites totalmente innecesariamente, ¡Estoy encima tuyo!.
-okey, okey, esta bien-reí.
-Cámbiate, vamos a salir, ¡Vienes porque vienes no es pregunta!.
-Bueno sweetie-acepte.
Nos cambiamos y empezamos a caminar aparentemente a un puente, un muy alto puente.
-¿Atenea que hacemos aquí?-pregunte.
-¡Vamos a saltar!-respondió emocionada.
-¿¡QUE!?-dije nerviosa-¿¡Estas cuerda!?
-¡Mas cuerda que nunca!-respondió.
-¡Moriré Atenea!- exclame- ,¡No quiero morir!
-¡No lo harás!-corrigió-, ¿Crees que te dejare morir?
-¿Cual es el plan?-dije insegura.
-Voltéate-me ordeno-¡No te va a pasar nada malo!.
-Ok.
Me di vuelta, hasta sentir una fuente de aire que golpeo mi espalda.
-¿Que pasa cariño?-pregunte curiosamente.
-Ya puedes ver-titubeó.
Procedí a darme la vuelta, para darme cuenta de las grandes alas que cubrían la mitad del cuerpo de Atenea.
-¿Me permite llevarla belle femme?-Pregunto extendiendo su mano, y dedicando una pequeña sonrisa-,Confía.
-Confió en ti-procedí a tomarle la mano, caminando un poco hacía ella hasta abrazarla.
-¿¡Lista!?-dijo con seguridad, caminando hacia la orilla del puente-¡Va a ser tu mejor experiencia!
-Confió en ti Atenea-conteste viéndola a los ojos-¡Lista!
Solo sentí el pequeño empujón y vi como sonreía desde el puente, ¿acaso me había traicionado?, ¿Cómo fuí tan estúpida como para dejarme llevar en un puente?. No me queda mas que hacer que cerrar los ojos y aguantar hasta entrar en el agua.
Unos milisegundos después antes de caer al agua, sentí las manos de Atenea levantarme.
-¿Creías que te iba a dejar caer?-contradijo directamente mi teoría-, Nunca, nunca voy a dejar que te hagan daño, mucho menos de mi parte.
-¡Atenea esto es maravilloso!-exclame emocionada-,¡Me siento tan libre!
-A mi también me encanta, pero me encantas mas tu- dijo dulcemente, elevándose mas en el aire.
-A-atenea-llame.
-¿Si?
-L-le temo a las alturas-admití cerrando los fuertemente los ojos para omitir ver a la gran altura a la que estábamos.
-Ada, no te va a pasar nada ¿Okey?, te tocaría la mejilla pero te caerías-bromeo intentando animarme-, Ada vas a perder el miedo a las alturas hoy mismo-Se elevo mucho, pero mucho mas-,¡confía!.
-¿Confía?-enseguida me soltó, otra vez-¿¡QUE MIERDA TE PASA!?-grite cayendo y llorando de tan solo pensar que voy a morir.
-¡QUE CONFÍES!-grito de vuelta.
Estoy a unos 90 metros de altura, tardaría aproximadamente unos 4,3 segundos en caer al agua. No lo estoy disfrutando en lo absoluto, en ningún sentido; Y otra vez Atenea viene y me carga.
-¡ATENEA!-grite furiosa-¿¡CREES QUE ME ES AGRADABLE QUE ME TIRES DE 90 METROS DE ALTURA!?
-¡Funciono!-no parecía preocuparse por mi-, ¡Estas tan enojada conmigo por soltarte que te olvidaste de la altura!
-Estas tan loca que me gustas-murmulle, me daba ternura el pensar que hizo que enojara para que me olvidara de la altura-,estas tan loca que te amo
-¡Claro!-respondí dulcemente, aunque aún algo nerviosa por la altura
-Digamos que si me preguntaran sobre la historia de mi vida, me quedaría corta-menciono dulcemente-,pero si me pidieran que fuera cariñosa contigo... Sería muy fácil pues es algo que me nace.. Quería que lo supieras corazón.
-Te amo Atenea, y aunque no puedo decirte nada romántico como tu lo hiciste debido a que no me dan las palabras-mencione algo nerviosa y sonrojada.
-Ad-
Empezamos a caer en caída libre de una manera extremadamente rapida, no podía hacer nada y Atenea por una razón no reaccionaba, de la nada Atenea empezó a toser, no normal, tocía sangre.
-Ada abrazame fuerte y no te muevas, no es pregunta-ordeno, inmediatamente le hice caso- tampoco habrás los ojos hasta que yo te diga.
Sentí como las alas de Atenea me cubrían, cerraba los ojos con todas mis fuerzas y sentía como lagrimas corrían por mi rostro, no paraba de caer, las alas se extendieron pero ya no sentía el cuerpo de Atenea.
-Ábrelos-susurro.
-E-esta bien-abrí ligeramente los ojos dejando así ver el cuerpo de Atenea caer, no se que hacer, no me puedo mover, solo observo, no se como me moví, y quede nuevamente en el puente.
No pude hacer nada, no se que hacer, ni que pude haber hecho, ¿Cómo llegue al puente?, ¿Cómo moví las alas de Atenea?, ¿Cómo tengo las alas de Atenea en mi cuerpo?, ¿Acaso me las había dejado puesto o algo así para que no muriera?, ¿¡QUE ESTA PASANDO!?.
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