Amor inmortal.(Mini historia)(Terminada)

Jano, un chico especial.

Era un día caluroso de verano en un pueblecito en mitad de las montañas, no era un día especial, era un día como otro cualquiera, excepto para un jovencito de 18 años cuya vida iba a cambiar drásticamente.
Se llamaba Jano Díaz, y ese día era su cumpleaños. El no era como los demás chicos, desde que nació era diferente, ya que aunque desde lejos podría parecer normal, tenía varias peculiaridades. El era un chico de un metro ochenta, pelo rubio y ojos de color carmesí; pero lo que más destacaba en el era que en vez de manos y pies, tenía unas patas de lobo de color blanco, igual que sus orejas, que también eran de lobo y su cola.

Este vivía en una casa bastante amplia junto a su padre. Para él su madre seguía siendo un misterio, ya que murió al nacer él. Aunque era su cumpleaños no montó ninguna fiesta, ya que desgraciadamente no tenía amigos, ya que solamente por su aspecto era ya el objetivo de todas las burlas de su instituto.

El se estaba divirtiendo explorando por el bosque, aunque su padre le decía que no lo hiciera ya que había cazadores poniendo trampas para osos esperando que algo cayera en ellas. Aunque el se había adentrado mucho en el bosque se sabía perfectamente el camino a casa.

Él estaba caminando tan tranquilo hasta que oyó un ruido en unos arbustos, -Parecen quejidos de animal.- pensó él mientras se acercaba a el para ver que era, y lo que encontró le entristeció profundamente.

Era un hermoso lobo de color morado, con algunos mechones azules oscuros. El pobre tenía una pata atrapada en una trampa mientras sangraba profundamente.

Jano se acercó a este con la intención de liberarle, pero este empezó a gruñir amenazante.- Tranquiiiilo,- le susurro este mientras se agachaba. Él abrió la trampa y la lanzó a un lado. Cargó con dificultad al lobo y emprendió el camino hacia casa.

Fin del cap(◠‿◕) .
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