3.- No tienes idea de cuánto te amo

249 49 9
                                    

Lang QianQiu tenía un problema.

Todo empezó con Qi Rong encontrando una pizza congelada en el refrigerador. Gu Zi les había explicado cómo funcionaba la comida congelada pero a ambos les seguía pareciendo un triste desperdicio de alimento, además de que ninguno había visto nunca una pizza, por lo que la curiosidad se prendó de ambos al ver el paquete circular en el aparato que servía para mantener las cosas frías.

— Ponlo en la estufa para ver a qué sabe— sugirió Qi Rong.
— No, espera. Gu Zi dijo que esto se pone en el microondas— dijo Lang QianQiu.

El problema aquí era sencillo, tan simple que a los dos les avergonzaba reconocerlo: no sabían cuál se todos los aparatos que estaban en la cocina era el microondas. En su defensa, nunca se habían visto en la necesidad de usarlo ya que a ambos les gustaba cocinar. Gracias al cielo ninguno había heredado la horrible cocina de Xié Lian o se habrían intoxicado mutuamente.

Gracias al cielo ninguno necesitaba comer o se habrían muerto de hambre mientras buscaban el microondas.

— QianQiu, olvídalo— dijo Qi Rong sacando una sartén.
— ¿Qué vas a hacer?— preguntó Lang QianQiu viendo como Qi Rong destapaba la pizza y la sacaba de su empaque.
— Calentar la jodida pizza en la estufa, duh.

Si Gu Zi los viera en este momento seguro se moriría de risa. Lang QianQiu se encogió de hombros y dejó al fantasma hacer lo que quisiera, en ese momento una sombra en la ventana llamó su atención, iba a dirigirse hacia allá pero Qi Rong lo había visto y, con un grito, se alejó de la estufa mientras exclamaba:

— ¡Una rata! ¡Hay una jodida rata en el departamento!

Lang QianQiu se asomó mirando al extraño animal y frunció el ceño.

— Eso no es una rata— dijo.
— ¡Claro que lo es!— dijo Qi Rong—. ¡Es una puta rata mutante!
— Ni siquiera las ratas de Ciudad Fantasma son así.

El animalito se sostenía sobre dos pares de patas, tenía unas orejas puntiagudas y ojos saltones de canica que miraban por todos lados con ansiedad. De ningún modo eso podía ser considerado una rata, aunque siendo sinceros no tenía idea de qué era.

De repente el animal dio un pequeño salto y con un chillido aterrizó en el piso de la cocina. Qi Rong gritó una sarta de improperios mientras se disponía a patear aquella alimaña fuera de su casa cuando la pequeña bestia le gruñó haciendo ruidos extraños después, saltando con el hocico abierto dispuesto a morder a Qi Rong para salir corriendo.

Así, Qi Rong y Lang QianQiu se vieron obligados a perseguir al animalito por todo el lugar hasta que salió por dónde vino. En el proceso ambos fueron mordidos, y Lang QianQiu revisó las heridas de Qi Rong, que se había llevado la gran mayoría de ataques.

— Debiste dejarme incinerarlo— se quejó el fantasma mientas sus tobillos eran vendados, algo que le hizo gracia: no es que se fuera a morir de nuevo, ¿verdad?
— Nos habría ido peor— dijo Lang QianQiu recordando cómo Gu Zi explicaba las leyes modernas.

Qi Rong arrugó la nariz con una mueca de disgusto, pero la siguiente queja que iba a decir murió en su garganta al ver la devoción con la que el dios cuidaba de él a pesar de no necesitarlo. Una devoción asquerosa que era toda suya y que adoraba con su negro y muerto corazón.

— Ah, QianQiu, no sabes lo mucho que te amo.

Lang QianQiu volteó a verlo sorprendido. Qi Rong no era la clase de persona que expresara sus sentimientos con palabras, por lo que fue tomado con la guardia completamente baja.

— No tienes idea de cuánto te amo— dijo acercándose a él para besarlo con ternura.

No tenía idea del momento en que había nacido este amor, pero no se arrepentía de haberlo aceptado.

Pd. Nuestro QiuRong se estaba peleando contra un perro chihuahueño xD

Sobreviviendo a la era modernaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora