Capítulo 4

121 14 0
                                    

Jisoo

Sin poder creer lo que acababa de suceder, cerré la puerta de la habitación con más fuerza de la necesaria.

La había besado, había besado a Rosé.

Y ella se había apartado de mi.

Luego de gemir.

Cierto, aquello era un pobre consuelo para mi ego lastimado

Gruñí cuando el agua fría de la regadera tocó mi piel, pero me quede allí parada estaticamente, sintiendo como los restos de mi excitación bajaban poco a poco

Estaba comportándome como una pendeja

Roseanne no podía tener semejante efecto en mi. No podía.

Por el amor de Dios. No era más que una niña. Una torpe e inocente que todavía utilizaba playeras de oso.

Y yo era una Mujer

Una mujer que no podía dejar de pensar en los labios de una niña.

Ni en sus senos, ni es su cuello, ni en sus...

Volví a gruñir

Era una maldita depravada.

Y necesitaba liberarme de alguna forma, necesitaba hacerlo ya.

En un movimiento, cerré el grifo y salí del
cuarto envolviéndome una toalla a la altura de mi cintura y otra a la de mi torso.

-¿Kim Jisoo? - rodé los ojos al escuchar la ansiosa voz de Nayeon recibirme tras el teléfono

-Sí, soy yo ¿En dónde estás?.

-En mi casa ¿Quieres verme?.

-Estaré allí en veinte minutos.

Colgué el teléfono, haciendo una mueca

No era a Nayeon a quien me quería follar. Nayeon me había aburrido hace mucho

Entonces ve a tu habitación, y follate a quien de verdad te quieres follar.

Rosé me había pedido que me marche

Y dios sabe que me costo una mierda irme, pero al final lo logré.

No podía volver como una idiota e intentar seducirla de nuevo, no podía dejar que la rubia pensara que estaba obsesionada con ella.

Porque no lo estaba, por supuesto que no.

-¿Lisa? - lleve el celular a mi oído antes de que sonara por tercera vez, mientras me abotonaba la camiseta al mismo tiempo

-Jisoo, hay un problema con Baekhyun

-¿Qué mierda hizo ahora?

-Violó la Omertá - Me lleve una mano al puente de la nariz, mientras esperaba una explicación de mi amiga - Declaró en un juicio sobre la droga importada desde México.

-Pedazo de idiota, ¿Que nombres dió ?

-El de Seulgi, pero ya resolví eso. Los jueces no dirán nada.

-¿Ya le pusiste precio a su cuello?

-Si, no durará vivo ni un día.

-Perfecto - susurre, cortando la comunicación.

Ahora más que nada en el mundo necesitaba liberarme.

Tome mi chaqueta mientras salía por la puerta, e intentando con todas mis fuerzas no echar un vistazo a mi habitación, me dirigí a la casa de Nayeon.

Suya - Chaesoo Adaptación g!pDonde viven las historias. Descúbrelo ahora