𝐒𝐄 𝐐𝐔𝐄 𝐍𝐎𝐒 𝐕𝐎𝐋𝐕𝐄𝐑𝐄𝐌𝐎𝐒 𝐀 𝐄𝐍𝐂𝐎𝐍𝐓𝐑𝐀𝐑.

❛❛𝐒𝐀𝐘𝐎𝐍𝐀𝐑𝐀.❜❜

Eiji se encontraba completamente dormido, aun faltaban varias horas para que el avión llegara a su destino y ante un agetreado día lleno de despedidas "Sayonara America, sayonara New york..." no dudo en desahogar aquel sentimiento de tristeza, durmiendo; solo hubo una persona de la cual no se despidió aquella persona que dio todo por su bienestar, aquel chico rubio que lo protegía, aunque no se hubiera imaginado que la vez que lo fue a ver a el hospital sería la última, nadie se hubiera imaginado que aquel joven intrépido, con reflejos sorprendentes se hubiera descuidado y ante aquello perdiera la vida. El azabache seguia durmiendo pacíficamente teniendo un sueño hermoso pero a la vez melancólico, aquel joven con ojos verdosos se encontraba frente a el con una gran sonrisa pero con pequeñas lagrimas deslizándose en sus mejillas "Se que nos volveremos a encontrar, eiji..." sin más se dio la vuelta y comenzó a caminar hasta desvanecerse, aquello hizo que el ajeno despertara repentinamente, llevo una de sus manos a su pecho y apretó con fuerza su camisa, un inmenso dolor comenzó a instalarse en el mismo mientras sentía como pequeñas lagrimas caían en su mano.  Nadie se hubiera imaginado que aquella forma era en la que se despediría Ash, del chico que le ayudo en sus peores momentos... Aquel chico que lo hacía sentir como si por fin perteneciera en un lugar lejos del caos.

───── DÍAS DESPUÉS ─────
Un triste y roto azabache se encontraba sentado frente la tumba del hermoso rubio que le dio sentido a su vida, llorando desconsoladamente mientras los chicos lo miraban con tristeza en sus ojos, ellos sabían mejor que nadie lo mucho que ambos se querían, lo importantes que eran el uno para el otro, por eso mismo no podían darle palabras de aliento, aunque ellos tambien habían perdido a su jefe y a la persona que les ayudo a salir de el desastre de las pandillas, su propio dolor no se comparaba con el de aquel chico.

¿Con que así fue tu forma de despedirte de mi? —Menciono con la voz rota mientras miraba la lapida con dolor, quedándose en silencio después de largos y eternos segundos.— Se que nos volveremos a encontrar, no importa lo lejos que estemos, Ash... —Enmarco una pequeña sonrisa y se levanto componiendo la postura.—

A lo lejos se encontraba Blanca, el hombre que le enseño a el rubio defenderse de el mundo. No se atrevió a acercarse, solo miraba todo en silencio, sintiendo un pequeño dolor instalarse en su pecho, no podía negar que aquello le dolía; poco a poco comenzó a perderse en los recuerdos que tenía con el ojiverde, hasta que una voz familiar lo saco de los mismos.

Nadie se lo hubiera esperado, ¿No? —Hablo el menor de la familia Lee, mientras miraba todo.— El gran Ash, el favorito de Dino muerto de una apuñalamiento... Se ve que aquel chico le esta doliendo mucho

—El más grande solo lo miro por escazos segundos, se dio la vuelta y procedió a ponerse su sombrero.— Nunca lo entenderás hasta que tengas a alguien especial —Sin más se retiro de aquel lugar.—

Idiota... —Murmuro a lo bajo mientras seguia mirando todo aquello, dejo escapar un leve suspiro y miro hacía el cielo.— Tu determinación a protegerlo fue sorprendente. Descansa en paz, Ash Lynx... —Bajo la cabeza para darle una última mirada a el azabache, para después retirarse de aquel lugar.—

Todos seguían sumidos en la tristeza y en el dolor, hasta que el chico se limpio las lágrimas para mirarlos, puso una de sus manos en la tumba de el rubio y comenzó a hablar, de vez en cuando quedándose en silencio al aún tener la voz entrecortada.

Ash no hubiera querido vernos llorando o de esta manera, yo sé que el está mirándonos y nos estará cuidando como siempre lo hizo, así que no más lágrimas, vivamos nuestra vida como el hubiera deseado... —En su rostro se formó una pequeña sonrisa mientras los miraba.— Y como Shorter hubiera querido...