0.08

291 33 7
                                    


[Gravity Falls, Oregon
Actualidad,
Residencia Gleeful]

La casa frente a ella, era grande, lo suficiente como para que por lo menos la mitad del pueblo entrará , tenía un gran patio delantero que era adornado con distintos tipos de plantas de todos los colores y tamaños.
Mabel trato de distraer su nerviosismo observando cualquier cosa menos la entrada, se sentía desfallecer por los nervios, Dipper quien iba a su lado apretó su hombro en señal de apoyo, hace tiempo que no veían al albino, por lo menos no, desde su enamoramiento en su hermana, se sentía levemente culpable por hacerle esto, pero luego se convenció a sí mismo que era por una buena causa y se calmó.
Después dejar a su hermana en la entrada de la casa del albino se dirigió hacia el otro lado de la calle. Ahora era Dipper quien estaba en la camioneta de la policía, y Mabel era ahora la fachada, no podían entrar los dos y preguntar de golpe.
Mabel sospechaba que el albino tenía algo que ver con la mafia, así que decidieron que serían lo más sutiles posible, e intentarían que el chico bajara la guardia, ¿Y qué mejor manera que dándole lo que siempre quiso?, Mabel.

La joven soltó un suspiro entrecortado, la verdad se sentía nerviosa, muy nerviosa, secó las palmas de sus manos en su falda.

-¿Lista?- preguntó su hermano por el intercomunicador.

-Si- su voz salió áspera al responder, se aclaro la garganta, e inhalo profundamente, para tranquilizarse.

Toco el timbre que había del lado derecho, un gran sonido se escuchó hasta donde estaba ella, pero nada pasó, se espero unos minutos, y volvió a tocar, esta vez ni siquiera había dejado de soñar el timbre cuando Mabel visualizó la puerta abrirse, de la gran casa salió una mujer llena de canas que usaba un vestido que a simplevista estaba todo descuidado, se acercó a paso apresurado hacia la reja, donde Mabel estaba del otro lado.

-¿Quién eres?- su voz era dura y tosca. Lo cual parecía contrastar con la expresión de disgusto en su cara.

-Ah, yo soy Mabel Pines y vine a...-

-No puedes pasar, ¡Vete!- interrumpió la mujer.

-Pe...pero yo- tartamudeo tratando de formar una oración, pero la señora la ponía muy nerviosa.

-Dejala pasar- hablo una voz detrás de la señora, haciendo que Mabel dirigiera su vista hacia el dueño.

Hace años que no lo veía, se habían topado varias veces en la universidad pero jamás habían interactuado, ya que el albino solía alejarse de ella. Era más alto ahora, parecía que había perdido bastante peso, su cabello estaba perfectamente peinado hacia atrás, su piel pálida hacía que su ojos azules destacarán más, usaba un traje azul claro, con una camisa blanca debajo y un listón azul alrededor del cuello de su camisa, se veía bastante atractivo, Mabel sintió su cuerpo estremecer, ya no sabía si estaba nerviosa por la situación o por el muchacho frente ella.

Un sonido de metal la hizo salir de sus pensamientos, cuando la reja por fin estuvo abierta por completa, el albino caminó hacia ella con tranquilidad, tomando una de sus manos entre las de él y depositando un suave beso sobre ella. Mabel se sonrojo. "Ahora si me parezco a Dipper" pensó.

- Mabel Pines, siempre es un gusto verte- sonrió galante- Ven, vamos - tomo con suavidad su mano y la jalo guiandola hacia el otro lado de la calle.-Voy a salir, avisa a ojos blancos- dijo dirigiéndose a la mujer de antes, quien solo asintió y volvió a cerrar la reja.

Mabel se había comunicado con Gideon apenas hace dos días, con ayuda de Dipper le habían sacado platica y habían acordado salir ese día,  más que nada para obtener la confianza del albino y poder investigarlo más de cerca.

By Your Side  [Billdip] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora