By Your Side [Billdip]

0.11

[Gravity Falls, Oregon
Actualidad
Penitencieria del pueblo]

El sonido de pasos resonaba por todo el pasillo, acompañado por el de las llaves balanceándose de un lado a otro, al fondo se escuchaba el bullicio causado por los otros presos.

Pararon justo enfrente de una celda, donde se encontraba un albino sentado elegantemente, con las pierna entrecruzadas y el cabello blanco perfectamente peinado hacia contraste con el color gris del uniforme.

El albino les dedico una sonrisa socarrona. Mabel hizo una mueca de desagrado.

- Pero si son los gemelos Pines - exclamó mientras se levantaba y se acercaba a ellos - Que agradable sorpresa -

- Tienen 20 minutos - avisó el guardia, mientras se retiraba.

Gideon se acercó al chico, tomó su mano entre las suyas  y depositó un suave beso, bajo la mirada perpleja de Mabel - ¿Qué los trae por aquí?- volvió a tomar asiento, mienstras el castaño se limpiaba el torso de su mano con asco- ¿Buscas a quien más inculpar? - hablo sin mirar a nadie en concreto.

Mabel recobro la compostura y arrastro una de las sillas que había, para sentarse - ¿Dónde esta Ford? - cuestionó furiosa.

- ¿Por qué debería saber? - contestó con tranquilidad mientras planchaba una arruga imaginaria en su ropa.

- Por tú mataste a Stan - atacó Mabel.

- ¿Lo hice? - preguntó divertido.

Dipper rodó los ojos fastidiado.

- Deja de jugar y contesta - insistió la castaña.

Pero el albino no contesto, solo permanecía observando con atención sus uñas, como si fuera a aparecerle un sexto dedo.

Mabel gruñó enojada, se levantó bruscamente, y empotro al albino contra la pared. Su hermano se sorprendió, pero el albino solo le dedico una sonrisa inocente.

- Estas violando mis derechos ¿Sabes? - preguntó burlón - Esto se considera agresión -

Mabel estuvo apunto de estampar su puño en la cara del albino, si no fuera por su hermano quien la detuvo.

- Basta - apretó su agarre en la muñeca de su gemela - No vas a lograr nada -
Después de un rato y un duelo de miradas entre el albino y la castaña, por fin lo soltó.

- No me importa si es solo su cuerpo - murmuró la castaña - Solo dime donde esta - suplicó, desconcertando tanto al albino como al castaño.

Pero Gideon todavía no hablo. El guardia apareció para avisar que la visita había terminado.

Dipper salió primero, Mabel se resistió un poco pero al final cuando ya estaba saliendo el albino hablo - ¿Crees que esto es todo? - su voz era calmada - Nunca has sido la más lista, pero esperaba más, sobre todo teniendo a alguien como Dipper a tu lado - su tono sonó burlón - O no - hizo una mueca como si estuviera pensando - Hasta luego Mabel - se despidió con un movimiento de su mano.

Mabel sintió un sabor amargo en su boca. Ella lo sabía, Gideon no iba a durar mucho tiempo en la cárcel, probablemente no pase del mes. Para su desgracia no era algo que pudiera controlar. Gente como Gideon, con dinero, poder y contactos nunca duraban en la cárcel.

Al llegar a su casa, se sentía abrumada, se acostó en el sofá de la sala dispuesta a descansar por lo menos un poco. Pero no pudo.

Se despertó sobresaltada, su vista estaba bloqueada, tanteo su cara solo para descubrir que tenía una hoja pegada en ella, se giró a ver el reloj, eran las 3 de la tarde, ni se dio cuenta a que hora se quedó dormida ayer.