Prólogo

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mamadas de por la mañana.

Estaba en un profundo sueño cuando derrepente notó como un gran chorro de agua comienza a caer encima de mí sin ningún tipo de piedad.

Por acto reflejo murmuré incoherentemente:

—¿Que pedo, ya me morí, diosito eres tú?—

Me detuve un rato, mirando un zapato que probablemente habia estado más tiempo en esta casa que yo, hasta que el frío comenzó a filtrarse en mi cuerpo como resultado de la humedad de mi ropa, calandome hasta los huesos.

—¿Pero que carájo?, Será hijo de p-

...

Rato después de cambiarme las prendas humedas por otro pijama y secarme un poco el cabello, bajé a la cocina encontrandome con mi hermano, quién extrañamente trataba de evadir mi mirada haciendo como que miraba el movil tranquilamente.

—No creas que soy tan estupida como para no darme cuenta que me acabas de echar encima un balde de agua.—le encaré con los brazos en jarra de manera acusatoria.

Si no lo conociera, habría asumido que era completamente analfabeto cuando me preguntó:

"No, bueno, ¿cómo lo supiste?".

—Como nuestra madre se va temprano a trabajar y nuestro padre ha estado afuera de casa durante más de diez años, no estoy segura, pero tal vez por eso estamos solos  y yo en esta casa.—agregué dando por finalizadala discursión saliendo yo como victoriosa.

—Nmms si es sierto—Dijo, como si acabara de darme cuenta de algo que había estado planeando con gran detalle durante meses—Bueno, ¿ya empacaste tu mochila?—preguntó, evadiendo el tema principal.

—Seguro—Dije sin apartar la mirada de mi celular—No hueles ni un poco a, no sé, ¿tal vez a quemado?— Le repliqué sin prestar mucha atención a lo que me decía porque ese cierto olor a quemado me distraía.

En cuanto dije eso mi hermano me miro con sorpresa para seguidamente correr en direción a la tostadora mientras gritaba "el desayuno".

Me preparé para cambiarme de mi ropa actual, que consisitía en una sudadera morada y unos jeans sencillos. Después, fuí a peinarme un poco el cabello antes de atarlo en una cola baja de color rosa.

—Que asco, maldita sea—murmuré intentando desacerme un poco más de los nudos de mi cabello con las manos mientras iba a ponerme mis zapatillas.

Finalmente bajé a desayunar porque no había podido hacerlo antes debido a un incidente menor en el desayuno.

Solté una pequeña risa al recordar a mi hermano correr alarmado hacia la tostadora.

—Bueno...¿y que hay para desayunar?—Pregunté inutilmente en un intento no sonar impaciente, realmente esa mañana tenia mucha hambre.

—Tostadas con mermelada, y si quieres algo más, hazlo tú misma; no soy tu sirviente—respondió de brazos cruzados mientras miraba su reloj de pulsera.

—Que hora es?—Cuestioné, mordiendo un trozo de pan tostado y haciendo que mis labios untaran la mermelada de durazno que acababa de aplicar.

—Las 7:10.—me respondió desinteresado mientras le daba un sorbo a su café.

Ahí me acordé de que la maestra me advirtió que si llegaba tarde una vez más me asignaría tarea adicional y me castigaría, pero en realidad prefiero evitar eso.

Me despedí de mi hermano con un beso en la mejilla y me fuí corriendo hacia la escuela.

*modo Iida on*

Una Pendeja en bnha (Editando)👩‍🚀🔧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora