—Papá, exactamente, ¿qué pasaría si toco a un habitante de hielo?
El señor Park dejó de cocinar y miró a su hijo con una sonrisa cómplice.—Preguntas por el príncipe Yoongi, ¿no es así?— Jimin rio apenado con mejillas sonrojadas y asintió.—Me sorprende que lo hagas, siendo amigo suyo creí que ya conocías los riesgos...
—Cuando era niño mamá me lo explicó derritiendo un hielo, pero nunca lo supe con exactitud— contó en tanto acomodaba los utensilios para armar arreglos florales.
El hombre mayor frunció el ceño y le miró confundido con sus ojos miel.—Jimin, en caso de que ustedes tengan contacto físico no es él quien resultaría dañado, sino tú— habló extrañado.—Él es un miembro de la realeza, te congelaría si te toca— le dijo como si fuese el conocimiento más obvio del mundo.
Soungmi entró por la puerta trasera con una canasta llena de flor de nube y sintió que algo iba mal cuando su hijo le dedicó una mirada dura.
—Madre, tú me dijiste que si tocaba a Yoongi hyung lo iba a dañar, como fuego derritiendo al hielo, pero papá me acaba de decir que no es verdad, que en todo caso yo terminaría congelado... ¿es así?— la mujer casi deja caer la cesta de flores ante el descubrimiento del ojiverde y le respondió con su mudez.—Todo este tiempo he temido hacerle daño e intenté alejarlo de mí en vano— siseó sin poder creérselo y la mayor balbuceó sin ser capaz de pensar en qué decir para explicarse mientras que el señor Park intentaba comprender lo que estaba sucediendo.—¿Por qué me mentiste?— había sonado tan dolido y decepcionado, que la mujer no pudo hacer más que agachar la mirada con culpabilidad.
En eso la puerta del hogar y negocio fue tocada y, sin esperar respuesta, por ella entraron cinco guardias reales de Ignis, haciéndolos pegar un sobresalto de la impresión.
—¿Se encuentra Park Jimin?— preguntó firme uno de ellos.
—Soy yo...— y el pelirrojo no comprendió por qué aquel guardia de cabellos castaños le miró con tanto odio.
El hombre hizo una señal y dos de sus compañeros se acercaron a él y lo sometieron con violencia contra la pared, esposándole las manos tras la espalda sin prestar la más mínima atención a los gritos de queja y oposición por parte de los progenitores.
—Está arrestado. Se le acusa de traición a la corona de fuego por mantener una relación secreta con el príncipe mayor del reino rival, y se le ha dictado la sentencia de muerte por parte de sus majestades, los reyes Kim.
☁️
Yoongi habría pensado que su día estaría genial. Había despertado de muy buen humor tras un bonito sueño donde Jimin estuvo presente, donde se tomaban de las manos frente a todo el mundo sin importar si existía la rivalidad entre reinos o no, donde no importaba que fuesen de temperaturas distintas.
Todo marchó bien por la mañana mientras él pensaba en que pronto sería la hora de trepar el muro para ver al pelirrojo, hasta que la jardinera real llegó corriendo hasta él durante su práctica de piano.
—¡Príncipe Yoongi!— gritó la mujer al abrir la puerta con brusquedad, causando que el pálido desentonara en las teclas en medio de un sobresalto.—H-hay unos habitantes de fuego tras el muro del jardín gritando su nombre, s-su alteza— comenzó a decir alterada.—Dicen ser los padres de un tal Park Jimin y... y que es urgente que vaya.
El pelinegro miró con ojos bien abiertos y palidez anormal a Seokjin, y no faltó más para que ambos hermanos se levantaran de sus lugares para salir a toda prisa de la pieza.
—Gracias por informarme, señora Choi. Llame al capitán Jeon— pidió apresurado a la mayor y esta asintió antes de irse tan rápido como llegó.
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☁️Calidez☁️ • YM
FanfictionUna tierra dividida en dos reinos rivales, Glacies e Ignis, de hielo y fuego respectivamente. Una barda, un muro. Un príncipe de hielo y un habitante de fuego. Yoongi no quería congelar a Jimin y él no quería quemarlo, pero con sus sentimientos crec...