Capitulo I "El sueño"

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Siento q cada vez puedo respirar menos y una presión enorme sobre mi pecho, pero no me preocupa esto, me preocupa alguien.
No no NooooO.....
Y de un sobresalto despierto en pánico absoluto, inundada en sudor y con unas palpitaciones q tal y pareciese q se me saldría el corazón del pecho, instantáneamente todo esto se detiene y es como si no hubiese sucedido, mi cara empapada en lágrimas pero nada d tristeza, mi corazón vuelve a su ritmo cotidiano, y mi respiración vuelve a ser tan suave como siempre. Miro el reloj - mierda, ya casi son las 5, no voy a poder dormir nada-  y entre protestas trato de reconciliar el sueño perdido, esperando descansar lo suficiente en la hora q me queda .
-suena la alarma-
Con gran torpeza logro apagarla, e indecisa en si dormir otros 15 minutos más. En eso entra mi madre al cuarto haciendo el mayor ruido posible y encendiendo cuántas luces ve por el camino para lograr q me despierte, aunque ella siempre lo niega, "casualmente" siempre hay algo q necesita en mi habitación todas las mañanas.
Decido levantarme y prolongar menos esta agonía, q no sucedía solo hoy, así eran todas mis mañanas, odio levantarme temprano.
Una vez despierta comienzo a arreglarme y escojo el conjunto q llevaría al colegio ese día, un top con una chaqueta por encima, una falda d pliegues, unas pantis negras, y las botas bajas q tanto amaba y trataba d combinar con todo. Bajo a desayunar y ahí estaba mi madre esperándome con todo ya listo, nos sentamos a desayunar y me pregunta - tuviste mala noche? Sentí q gritaste y al rato fui a verte pero ya estabas dormida - decía mientras se tomaba su café.
Yo casi ya había olvidado q me había desvelado, así q demore en responderle unos segundos - mmmm sii verdad, tuve una pesadilla horrible, pero logré recuperar el sueño rápido -
- ya lo escribiste? - preguntó mi madre
- no aun no, si no lo llegas a recordar lo olvido por completo- respondo con ganas ya de terminar mi desayuno para escribirlo en mi agenda, en la cual anotaba cada sueño o pesadilla desde q era pequeña, ya era más bien una manía, pero realmente lo disfrutaba, algunas personas coleccionan monedas, y yo, pues colecciono sueños.
- cuéntame de q iba el de anoche?- me pregunta mi madre
- puess....- y ahí mismo me quedé, no sabía q contarle, no recordaba absolutamente nada, y al tratar de recordarlo lo único q me venían eran sentimientos encontrados, por un momento felicidad y al otro rato un dolor y desesperación tan grandes q creo no poder explicarlos, y de pronto me viene a la mente una puerta, creo recordarla, - una puerta- le digo a mi madre - una puerta morada, no sé q me pasa no logro recordar nada más -
- Q raro, nunca olvidas un sueño-  me dice mía madre.
- Me desespera, trato de recordar y  me siento triste, no recuerdo absolutamente nada, solo esa estúpida puerta, morada por cierto, pero siento una tristeza tan grande q me aprieta el pecho, en fin no voy a pensar más en eso, y me voy q se hace tarde.
- Morada ? Jajajaja ya entiendo por qué gritabas, entre todos los colores tenía q ser del q más odias - me dice ella en tratando de hacerme reír.
- Jajaja boba, te amo, me voy- le digo mientras le doy un beso y la mejilla y me pongo el bolso en el hombro.

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