Un nuevo día de otoño había llegado a la ciudad de Calgary,en aquel lugar poco visitado al norte de la misma. Y con ello,una nueva familia en la vecindad,era pequeña pero imponente; especialmente el menor de ellos,quien llamaba la atención incluso s...
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Ya habían pasado unas horas desde que la pequeña familia Rogers había logrado llegar finalmente a su nuevo hogar,aquel día se habían despertado mucho más temprano de lo común con el objetivo de llegar lo más pronto posible,no solo por el hecho de que querían aprovechar las horas de forma correcta,si no porque el camión de la mudanza llegaría apenas estuviera disponible. Las horas durante la carretera habían sido un pequeño sufrimiento que nadie mencionó pero era seguro que todos experimentaban,principalmente destacado por el nerviosismo de todo lo nuevo que conocerían,no solo un hogar,si no también nuevas personas,lugares e incluso nuevos lugares educacionales,pues los jóvenes deberían de retomar sus estudios en lo que sería un nuevo establecimiento ya que el anterior quedaba a horas de su nueva ciudad. El vecindario era un lugar bastante bonito y llamativo; se encontraba lleno de árboles que ahora debido a la estación del año se veían tintadas de anaranjado,distribuidos de una forma estratégica en el que en las calles no se vieran ni demasiados amontonados ni muy vacío,las mismas estaban bien cuidadas y debido a la poca gente que habitaba en el lugar,la mayor parte del tiempo vacías. Las casas eran todas exactamente iguales lo cual aportaba una estética y armonía perfecta para cualquiera que tuviera un mínimo de perfeccionismo en él,eran de un tamaño ideal para una familia de máximo 4 personas,y los colores de estas por fuera variaban entre blanco,negro y gris,había un aproximado de tan solo 30 casas cercanas,todas juntas entre sí,aunque no demasiado; para resguardar la privacidad de cada persona.
- ¿Faltan muchas cajas? - Preguntó el joven mientras tomaba una de las mencionadas entre sus suaves manos apoyándola en sus brazos para un mejor agarre,mientras miraba a su madre quien se encontraba igual de ocupado que él.
- Esas son las últimas,el resto deberían de llegar en la tarde - Dijo la mujer tras mirar su celular para poder saber la hora,exactamente las una de la tarde,bastante temprano aún,lo suficiente para poder ordenar cajas y cajas las cuales parecían no tener fin,todas llenas de cosas variadas, como ropa,fotos,elementos de cocina,y un fin de más elementos.
- Ten,lleva esto también - Dijo la joven rubia de la familia mientras ponía una ligera y delgada caja sobre la llevada por su hermano menor. Seguido sacó su chaqueta negra del maletero en el que se encontraba todo acomodado y cerró finalmente este. - Eso ya es todo -
- Bien,vayan adentro por mientras,tengo que hacer unas llamadas - Dijo la madre a sus dos únicos hijos mientras les hacía una especie de señal con su mano indicando que se adentraran a la casa por su cuenta. Los jóvenes por su parte no dudaron ni un segundo en ello y comenzaron a caminar hacia ella,mientras la madre de la familia comenzaba a hacer lo que había dicho,comenzando a llamar a familiares y amigos cercanos; quienes habían pedido una mínima comunicación con el objetivo de saber que todo se encontraba en excelente estado,y a pesar de que eso no era algo seguro,la mujer mayor ya se sentía lo suficientemente segura en el lugar en el que empezaría nuevamente su vida,su vida junto a las personas que más les importaban.
- Enserio que aquí nadie vive - Dijo el menor seguido de soltar una leve risa,mientras caminaba por unos segundos junto a su hermana tras haber hecho unos vistazos al lugar,el cual debía de admitir,por el momento le gustaba más que el anterior en el que habitaba.
