⚉⚇Capítulo N°4⚇⚉

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— Eso se puede arreglar, ¿verdad Ciervo blanco? — El mencionado hizo una mueca, su primo solía llevar "amigos", que por lo general les debía, y le obligaba acostarse con ellos como pago.

— Estoy trabajando, Dudley — Iba a pasarlos, pero su primo le tapó el paso, y como no iba a taparlo, era enorme.

— No te irás, te traje un cliente y debes atenderlo — Ciervo blanco lo fulminó con la mirada.

— No es un cliente si no paga, Dudley — Una mano gorda lo golpeó en el rostro, ciervo blanco se recargo en un poste, no había nadie alrededor de ellos.

— Es muy gracioso el puto, te atenderá de inmediato, a menos que quiera que desconecten algo importante — Ciervo blanco miró con odio a su primo, sabía de qué hablaba.

— Bien — Dudley le extendió una tarjeta al sujeto, que lo seguía viendo de una manera desagradable, ciervo blanco suspiro resignado — Iré de inmediato, avisaré a mis compañeros que me solicitan en habitación, ¿qué número es? — Ciervo Blanco volteo hacia el gordo.

— La número 3, así que no tardes — Ambos se fueron dejándolo solo, ciervo blanco fue a su lugar y dejó su dinero guardado entre los libros, ese era el lugar que no buscarían por nada.

— Oh, ciervo blanco, apenas te encuentro, el siguiente número será beneficioso, esas mujeres dejan buenos billetes — Le mostró un billete de 20.

— Lo lamento Cherry, pero me solicitan en habitación — Se encogió de hombros, em otro chico levanto una ceja.

— Pero hoy, tu no... — Empezó diciendo, pero Ciervo blanco ya se estaba preparando.

— Dursley — Explico todo, en una palabra.

— Buena suerte, ciervo blanco — Dijo empático, el chico regresó a su puesto de trabajo, mientras ciervo blanco iba a la habitación.

Toco a la puerta antes de escuchar la voz de la persona que llevo su primo, cuando ciervo blanco entro el chico lo esperaba frente a la cama, Ciervo blanco volteo hacia el espejo que estaba del lado, sabia que era doble vista y era seguro que Dursley estaba del otro lado como todo un pervertido.

— Muy bien, entonces... — Dijo acercándose a ciervo blanco, bajando la mirada deleitándose con el cuerpo del chico, ciervo blanco evito fruncir la nariz en asco, de repente sintió como lo sujetaba de la cintura intentando jalarlo para besarlo, pero ciervo blanco se hace hacia atrás esquivándolo.

— ¿Qué te ocurre? — Lo volvió a jalar, pero ciervo blanco lo empujo del pecho — ¡Maldita zorra! — Le reclamo.

— Puedes hacerme lo que quieras, pero nada de besos — Respondió Ciervo blanco con una voz firme.

Ciervo blanco sintió un ardor en su rostro, el tipo se había atrevido a abofetearlo, un hilito de sangre salió de la comisura de los labios, un pequeño corte y se hincho levemente, Ciervo blanco levanto la mirada.

El tipo lo jalo del brazo aventándolo a la cama boca abajo, se subió encima de el apoyando una mano sobre la espalda de Ciervo blanco, el tipo con desespero rompió la ropa de ciervo blanco dejándolo desnudo y vulnerable, lo jala de la cintura para tenerlo en cuatro, Ciervo blanco cerro los puños en la sabana evitando defenderse, sabía que le iría peor si lo hacía, pero no pudo pensar mucho cuando el tipo lo jalo del cabello.

— Pensaba ser amable contigo pequeña ramera, pero veo que solo funcionas con malos tratos, aunque si me besas puedo ser benevolente — Dijo altanero ya que tenía a ciervo blanco sometido debajo de él.

— Prefiero comer estiércol que besarte — Le dijo desdeñoso, de hecho, ciervo blanco pensaba que el chico tenia cara de rata con esos ojos pequeños y los dientes enormes.

Pena y Vergüenza (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora