⚉⚇Capítulo N°5⚇⚉

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Ciervo blanco tenía una mirada de sorpresa por tal pregunta, no era usual que los clientes preguntarán por su bienestar, era un evento tan extraño como ver un unicornio en el cielo.

—¿Dime quien ha sido?— La mirada seria del hombre hizo temblar al chico, este balbuceo antes de contestar al fin.

—Fue un accidente— Dijo no muy convencido.

Snape se levanto observando la piel del chico, Ciervo blanco también se levanto intento cubrirse pero de nuevo Snape sujeto sus manos, la sabana quedó en su mano pero no lo cubría del todo.

—No fue un accidente, se ve que son golpes y no intentes engañarme— Snape se preocupo por el estado del chico, dio un paso hacia atras y salio molesto, Ciervo blanco se quedo viendo la puerta, solto con brusquedad la sabana que tomo para cubrirse y se comenzo a vestir.

Solo podía pensar que ese hombre amable, atractivo y con un miembro enorme había salido de ahí muy molesto por la apariencia que tenía, sabía que perdería el interés cuando no se viera hermoso, se encamino a su habitacion dentro del local, tomo una playera para cubrirse mejor, no tenía animos para explicar a sus compañeros.

Mientras Ciervo Blanco regresaba a su espacio, Snape estaba en camino a la oficina de la horrenda mujer dueña del local, un joven mesero había sido receptor de su mal humor y con algo de miedo le indico en donde estaba.

Toco con fuerza, antes de que esta se abriera y dejara ver a un chico gordo y fofo y detrás de él estaba la mujer cara de caballo.

—¿Que se le ofrece?— Pregunto el chico, Snape lo ignoro y paso de largo pero el chico lo sujeto del brazo, Snape lo sacudio con brusquedad.

—¡Quita su sucia mano de mi!— Grito haciendo que este retrocediera.

—Sal de aquí hijo— Ordeno la mujer, el cobarde no lo penso dos veces y salió de la oficina. —¿En que le puedo servir?— El tono de voz fue por mucho uno grosero.

—Una semana de Ciervo Blanco— Snape le lanzo una tarjeta sobre su escritorio, ella la sujeto como si fuera algo hermoso, Snape le trono los dedos frente a ella para que reaccionará, esta volvio en si y miro al elegante hombre.

—¿El precio?— Exigió esta vez, la mujer sonrió de lado, esto había sido un mejor negocio de lo que pensó.

—Son 8 mil por día cariño— Snape no mostró inmutarse por la suma del dinero.

—Carguelo a la tarjeta— Snape vio que eran pasadas de la media noche, supuso que desde ahí comenzaba el plazo.

La mujer cobro el dinero con singular alegría, le entrego la tarjeta a Snape —Le diré que prepare sus cosas, puede ir a la barra y pedir lo que guste, cortesía por supuesto— Petunia se encamino a buscar  al chico, Snape fue a la barra y pidio una bebida a la espera del chico.

La mujer en el camino se encontró a su hijo.

—Madre, que quería ese sujeto— Exigió saber, Petunia observó a su hijo viendo que quería la respuesta.

—Acaba de rentar al fenómeno por una semana— Dudley sabía que se refería a Harry, pero eso arruinaría sus planes.

—Y lo dejaste, pero madre ese fenómeno da más estando en el club acostándose con varios que con solo un sujeto— Petunia observó a su hijo como si fuera algún estúpido que obvio para ella no lo era.

—Querido sabes que es mucho dinero, el chico seguirá aquí la próxima semana, y las que siguen, por ello no te preocupes— Le acarició la mejilla, este asistió no muy convencido, ya había prometido a varios de sus "amigos", que podían venir a usar al chico, ahora debía tener una excusa para la otra semana.

Pena y Vergüenza (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora