XIV

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No hay que hacer a mi

Sombra matutina,

La luna me observa,

Se burla de mi,

Le conté de ti,

Le conté del dolor.

No dijo más nada.

Le conte al cielo celeste,

Tenía que decirle que te extraño,

Le dije adiós.

Me dijo que el amor ya murió,

Solo pensé,

Nuestro amor nunca vivió,

Nunca ha de morir.

Y llegó la noche de nuevo,

No le asusta el eco que viene y se va.

Y el viento sacude la cortina de cabello de su rostro,

No controla su hermosura.

Aun asi no teme el cambiar su sueños.

No olvida el dolor,

No recuerda el amor.

Me contó su historia,

Se ha nublado mi vista,

Pero seré fuerte para ti,

Razón de suspiros,

No habrá ayer.

Esta noche veré las estrellas y no más sombras.

Mi memoria se incorpora,

Quierido árbol que quieren cortar,

Tiene hojas de oro,

Caen y en piedras se vuelven.

No perdona el dolor que hicieron...

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