Capitulo 1-Encuentro

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Apenas amaneció, la joven de cabellos plateados y ojos azules se levantó de la cama y agarró su traje de tela junto con su capucha negra, buscó entre las varias cosas de su armario su arco echo de hielo y sus flechas. 

Al agarrar el arco pudo sentir el frío que desprendía subiendo por su cuerpo. Era extraño pero desde el día que Ashe había encontrado aquel arco sentía una rara e inexplicable unión con el. 

Salió del campamento dirigida al bosque, esperaba encontrar allí mientras cazaba alguna respuesta para todos los problemas que pasaban por su mente. Últimamente Sejuani había conseguido reunir un gran poder, integrando en su equipo a un gran nombre de luchadores poderosos, para Ashe esto suponía un gran problema ya que a medida que esta aumentaba su poder el miedo y confianza que el pueblo de Ashe depositaba en esta aumentaba, creyéndola débil y vulnerable ante el creciente poder de su oponente. 

Mientras meditaba no pudo evitar girar la cabeza rápidamente hacia un árbol del cual provino un crujido, para su alivio solo era un pequeño alce que salió de entre las ramas. Aliviada, soltó un pequeño suspiro sonriendo vagamente. 

—Vaya...-dijo la voz de un hombre, saliendo detrás del alce- ¿Hay algo mejor que encontrar un alce para desayunar? Encontrar la pequeña líder del campamento al norte de freljord. 

Ashe reaccionó rápidamente tomando una posición defensiva apuntándolo con su arco y flecha.

 —¿Quien eres y que haces en mis dominios?- preguntó la chica con tono firme. 

—Tranquila animalillo, no sirvo a Sejuani.-Dijo el hombre de forma arrogante y sin ponerle mucha atención. 

Ashe frunció un poco el ceño, aun sin creerle disparó la primera flecha muy cerca a el, apenas rozándole y clavándose justo en el árbol de su espalda. 

—La próxima ira entre tus cejas si no sales ya de aquí.-le respondió en tono firme Ashe. 

—je...-suspiro de manera arrogante su oponente- pretendía ser algo mas amable, pero me enfado ese gesto tan poco cortes. 

El hombre comenzó a andar hacia ella, Ashe al verlo no pudo evitar lanzarle sus flechas, no podía fiarse de nadie, menos de un extraño, ya había sufrido demasiados atentados contra su vida por parte de su enemiga, pero al parecer ninguna de las flechas lograba parar al sujeto, este las desviaba y esquivaba con demasiada facilidad, al vérselo saltarle encima Ashe trato de retroceder pero, el fue mas rápido y golpeo la parte trasera de su cuello antes de que ella reaccionara.

 Empezó a sentirse mareada, y a duras penas mantubia los ojos abiertos. 

—wow, ¿no te dormiste?-dijo el hombre asombrado- eres mas dura de lo que pensaba, tranquila aun no morirás, al parecer ella te quiere con vida. 

El enemigo se arrodillo un poco en el suelo para poder admirarla bien y fue acercando poco a poco su mano a la cara de Ashe, la cual estaba completamente imovil tratando de mantenerse despierta. 

—Aléjate de ella.-sonó derrepente una voz que provenía de atrás de unos matorrales. El hombre al ver la figura de aquel del cual provenía la voz se apartó inmediatamente de la chica.

 —Tu...?- susurró, parecía asustado por aquella figura la cual Ashe alcanzaba a ver vagamente.

 Era un hombre, fuerte y de cuerpo grande, sostenía una gran y pesada espada y llevaba un casco metálico el cual le recordaba a la antigua tribu de los barbaros.

 —Lárgate de aquí y puede que esta vez lo pase por alto...-dijo el hombre de la espada. 

—Esto no tiene nada que ver contigo bárbaro...- contestó el enemigo.-o si, Tryndamere?-preguntó girando la mirada hacia Ashe.

 El hombre de la espada, el cual respondía al nombre de Tryndamere posó sus ojos en los de Ashe, tenían un color azulado mezclado con un verde que recordaba claramente al azul aguamarina. Ashe pudo ver que sus ojos reflejaban algo de tristeza, esto fue lo último que vio antes de caer desmayada. 

—¿Princesa? Podía escuchar vagamente una voz llamándola. -¿Princesa Ashe, esta bien? Ashe abrió los ojos sobresaltada, se encontraba en el campamento, a salvo, pensó que todo había sido un sueño hasta que noto un fuerte dolor en su cuello y logro ver  sus manos moradas por el frío. 

—¿Que ha ocurrido?-preguntó a uno de sus secuaces que se encontraba dentado a su lado. 

—¿No lo recuerda? Salió a cazar esta mañana y alguien la ataco, aun no tenemos claro si pertenecía al grupo de Sejuani o si no, le dijimos no saliese sola princesa-respondió el muchacho. 

Ashe recordó el hombre que la había atacado y que tan fácilmente había esquivado cada una de sus flechas, y luego de eso...también recordó al bárbaro...Tryndamere, así había escuchado lo llamó su atacante.

 —¿Como me encontraron?- preguntó ella rápidamente al tiempo que trataba de levantarse de la cama. Hubo un breve silencio por parte del muchacho.

 —B-bueno...no la encontramos...-le respondió al tiempo que la acomodaba en la cama evitando que se levantase-un hombre la trajo hasta aquí, llevaba una gran espada, y estaba lleno de magulladuras y heridas, la trajo todo el camino en sus brazos, protegiéndola del frío. 

—¿Lo atendieron? 

—No princesa, él no quiso, solo la dejó en la cama y se fue sin mencionar palabra.-el joven le trajo un poco de comida a Ashe y encendió la hoguera-solo descanse.-luego de decir esto salió de la habitación. 

Ashe se acurruco en la cama mientras pensaba en las intenciones de aquel bárbaro al salvarla, ¿Por que lo habría echo? ¿Por que arriesgarse tanto? mientras pensaba esto se fue quedando dormida profundamente, susurrando su nombre sin darse cuenta una vez mas...

—...Tryndamere 

Tryndamere x AsheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora